Consideraciones viales
Marzo se caracteriza por el regreso a la normalidad en el tránsito en Copiapó, con las complicaciones que aquello significa.
Este año se deben tomar en cuenta el aumento del parque automotriz, como también los trabajos presentes y venideros en distintas calles y avenidas de la ciudad.
A pesar de los diagnósticos, estudios y de la misma experiencia, marzo para Copiapó se transforma no sólo en el temido mes de los gastos, sino que también en el mes en que se inician las complicaciones viales para la ciudad, dadas por el retorno de los veraneantes y el comprobado aumento del parque automotriz en la comuna. En pleno proceso de renovaciones de permisos de circulación, se espera que la cantidad de vehículos que cumplan con esta obligación en la comuna superen los 32 mil 800 que fueron el año pasado.
La cantidad de vehículos que existen hoy en Copiapó es muy cercana a la cantidad de hogares con que cuenta la ciudad, de manera que la concentración de los móviles motorizados en las calles de la ciudad es alta. A eso, se deben agregar las características propias de las calles copiapinas, principalmente estrechas, y los trazados que comunican los diferentes puntos de la capital de Atacama. Pero los conductores y conductoras también tendrán que enfrentar otra condición, dada por las modificaciones viales debido a las obras que se están realizando en algunos puntos de la ciudad, entre las que destacan los trabajos relacionados con el Mall Plaza, los que se realizan en el sector de Diego de Almagro y Los Carrera y los que pronto también se llevarán a cabo en los puentes de Copiapó. De esta manera, el escenario vial que se anticipa para Copiapó requiere cambios de conducta, para evitar atochamientos y hasta accidentes. Con toda seguridad, los usuarios tendrán que cambiar horarios de salida o usar recorridos distintos a los habituales para evitar un colapso en las calles. Otros puede que opten por utilizar la locomoción colectiva, lo que además, requiere que el sistema funcione de manera adecuada y preste un servicio a la altura de las circunstancias. Y en otros casos, hay quienes preferirán usar la bicicleta como transporte.
En cada uno de los casos, la paciencia, el criterio y la educación son fundamentales para que desde marzo, las calles no se transformen en una "selva" que ofrezca riesgos innecesarios tanto a conductores, como a peatones y ciclistas