A poco de conmemorarse un año de la muerte de la destacada actriz Myriam Palacios, otra víctima del Alzheimer en Chile y de la ausencia de políticas públicas de salud que la ayudaran a afrontar su enfermedad; nos preguntamos acerca de cuán concientizados estamos los chilenos en torno a las demencias.

Pues como Myriam, son cerca de 200 mil las personas afectadas a lo largo de nuestro territorio y más de 1cien mil si consideramos a sus familiares y/o cuidadores, que no cuentan con ningún tipo de apoyo por parte del Estado y que, en silencio, deben absorber todos los costos: sociales, psicológicos y económicos, que conllevan este tipo de patologías.

Urge que como sociedad, asumamos la responsabilidad de las personas con demencia y le aseguremos un trato digno, considerando que la carga socioeconómica de estas patologías afecta al conjunto de la sociedad.

En Chile, 2014 puede ser un año decisivo, en términos de avances de la iniciativa que el año pasado surgió desde la ciudadanía, conocida como la Ley Palacios. En su programa de trabajo, el próximo gobierno contempla la creación de una Comisión Asesora Presidencial, durante los primeros 100 días, que elaborará -participativamente- un plan nacional para abordar la discapacidad, la salud mental y el cuidado. Así como también, la generación de un Plan Nacional de Demencias (Alzheimer) y la creación gradual de 15 centros pilotos de atención, como dispositivos especializados.

Ciertamente, nos encontramos ante una iniciativa de política pública, que toma en cuenta el grado de envejecimiento de la población chilena, las proyecciones demográficas, el estudio de carga de enfermedad, que sitúa al Alzheimer y otras demencias entre las primeras 20 causas específicas de pérdida de Años de Vida Saludable (AVISA),, así como la ausencia de planes de atención efectivos que permitan convivir mejor con estas enfermedades y disminuir su impacto.

Como Corporación Profesional del Alzheimer y Otras Demencias (Coprad), confiamos en que éstos serán los primeros pasos firmes, en torno a leyes que aseguren el derecho a una vida digna a nuestros compatriotas que a diario conviven con estas patologías y a que Chile esté preparado para hacer frente a la epidemia del siglo XXI, como son las demencias.

Esta semana la comunidad científica mundial conoció los resultados de años de estudios sobre el sector denominado Cerro Ballena, ubicado al sur de Caldera, junto a la Ruta 5 norte. En el lugar fueron encontrados en 2011 los fósiles de cerca de un centenar de ballenas, principalmente, junto a otras especies más pequeñas, restos que tienen una data de entre 7 y 11 millones de años. El hallazgo, casi fortuito debido a la construcción de la ruta concesionada, abrió las puertas a un nuevo camino en las investigaciones sobre el pasado de nuestro planeta y el comportamiento de las especies desde la prehistoria, labor que fue encabezada por el entonces curador del Museo de caldera, Mario Suárez.

Fue este profesional, junto a científicos e investigadores nacionales y extranjeros, quienes lograron determinar las causas de las muertes de los cetáceos, junto con las razones de la concentración de sus restos en el lugar, todo atribuible a la existencia de una toxina presente en algas de la zona en aquel periodo.

El hallazgo y las investigaciones permiten ubicar a Caldera en el ojo científico internacional, pues las conclusiones abren paso a nuevos estudios en la zona. El hecho también consolida a la comuna como la comuna de la región con mayor potencial histórico y patrimonial de Atacama, potencial que ya está comenzando a ser explotado. Caldera posee ya hace casi una década un Parque Paleontólogico con restos fósiles que se ha transformado en un atractivo turístico y científico. Siguiendo la línea de puesta en valor patrimonial, la comuna ha relevado su histórica Estación de Ferrocarriles para convertirla en un museo y su principal centro de eventos culturales. A eso se suma la existencia de inmuebles de larga data que se conservan y protegen, como la existencia de su cementerio, el primero de carácter laico en nuestro país.

La comuna puerto, sin duda, ha avanzado en relevar el peso de su historia y sus atributos paleontológicos. El camino indica que Caldera debe seguir trabajando para convertirse en una de las comunas de Chile que mejor aproveche y explote su particular relación con el patrimonio.