Secciones

"Cerro Ballena" consolida a Caldera como un hito paleontológico mundial

E-mail Compartir

Fue una de aquellas "circunstancias" favorables la que hizo posible que en 2011, la construcción de la doble vía que hoy une a Copiapó y Caldera, permitiera descubrir el sitio paleontológico más importante de Chile. La ruta atravesaba la zona del "Cerro Ballena" y fue allí donde los trabajos revelaron un misterio oculto por cerca de 11 millones de años, un verdadero cementerio de cetáceos fosilizados que albergaba casi un centenar de especímenes.

El hallazgo confirmaba la riqueza paleontológica de la zona ubicada al sur de Caldera, sobre la cual ya trabajaba el entonces curador del Museo calderino, Mario Suárez, quien se encargó de liderar un equipo de trabajo que al cabo de más de dos años de trabajo desentrañó otro de los misterios del hallazgo: la razón de la muerte de tantas ballenas, halladas en un sector tan acotado.

Finalmente, la conclusión fue que los cetáceos fallecieron durante un periodo de tiempo relativamente largo, a causa del envenenamiento por presencia de algas con toxinas letales. Mario Suárez comentó que los resultados "se fundamentan en estudios paleoambientales y de sedimentos, en los cuales quedaron atrapadas las ballenas. El estudio establece condiciones paleoambientales que permiten determinar estas causas y el análisis de sedimentos permiten reconstruir el escenario natural que se debe haber dado en ese momento".

El equipo que realizó lo trabajos de recuperación e investigación encabezado por el paleontólogo Mario Suárez -hoy investigador del Laboratorio de Ontogenia y Filogenia de la Universidad de Chile- quien fue responsabe del hallazgo desde sus primeros momentos, junto al paleontólogo estadounidense Nicholas Pyenson, David Rubilar, del museo de Historia Natural y la también investigadora de la Universidad de Chile Carolina Gutstein.

Suárez lideró el rescate paleontológico desde el inicio, que estuvo permanentemente bajo observación y supervisión exhaustiva del Consejo de Monumentos Nacionales. "Es un hallazgo sin precedentes para la paleontología mundial, tanto por el número y estado de conservación de las ballenas como por el tiempo que hubo para estudiar el sitio, de manera sistemática y utilizando tecnología de vanguardia", explicó el profesional.

El estudio posterior cuyos resultados se conocieron recientemente en una prestigiosa revista centifica internacional contaron con el apoyo de National Geographic, y según se explica, el hallazgo "permite incrementar el conocimiento cintífico y la importancia patrimonial que tiene la paleontología del la región de Atacama dentro del país y el mundo", si se toma en cuenta el Parque paleontológico con que ya contaba la zona de Caldera, también reconocido a nivel nacional e internacional por su extensión y visibilidad, y respecto al cual también el mismo Suárez tuvo un rol fundamental para su desarrollo.

Pero los resultados de la investigación no significan sólo el "final" de una etapa. "Atacama sigue siendo uno de los ejes para la investigación paleontológica en Chile", explica Suárez, y los recientes descubrimientos y conclusiones permitirán nuevos estudios que pueden ser objeto de interés internacional.

"Seguirán estudios de detalle, sobre lo que sucedió en Cerro Ballena. Los investigadores del mundo podrán tener acceso a la información y tener antecedentes sobre la historia evolutiva de las ballenas de entre 7 y 11 millones de años, en la zona del borde costero de Sudamérica", explicó el paleontólogo.

Para que esto sea realidad, un paso importante que se dio fue la protección de la zona en que fueron hallados los fósiles por parte del Ministerio de Bienes Nacionales a través de un decreto, lo que impedirá que la zona sea intervenida para otros fines.