Tras la exitosa experiencia del 2012, El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes realizó la versión 2013 del Concurso "La Mejor Picada de Chile", invitando a la gente a participar en la visibilización y puesta en valor de lugares gastronómicos del territorio chileno votando por alguno de ellos. La selección contempló más de 662 mil votos recibidos en el sitio web La Mejor Picada, donde los usuarios encontraron un listado de 32 lugares participantes, correspondientes a las más votadas a nivel nacional en la versión anterior y entre las cuales pudieron escoger a su favorita el 2013.

En Atacama, La Ovallina obtuvo un importante reconocimiento en la primera versión, ya que fueron 1524 votos posicionándose en el 8° lugar a nivel país. El restaurant está ubicado en la ruta 5 norte entre Caldera y Chañaral, siendo ampliamente conocido por comensales que transitan por el sector, en su mayoría conductores de vehículos de carga.

Hoy recibe todo tipo de público. Su gastronomía se caracteriza por productos derivados del mar, tales como empanadas de mariscos, paila marina y los chupes de variadas especies.

Sobre el reconocimiento, desde la Dirección Regional de la Cultura y las Artes se expresó que "es un orgullo contar en la región con una de las mejores picadas del país, esto sin duda nos ayuda a que Atacama sea visibilizado por la comunidad nacional, para que nos conozcan y así difundir nuestra gastronomía tan rica y variada gracias a los productos de mar".

El primer lugar de la versión 2013 de la Mejor picada se lo llevó el restaurante Las Muñecas de Ñielol, ubicado en la ciudad de Temuco. Cabe indicar que la reciente versión de la iniciativa incorporó una nueva categoría en la que los usuarios pudieron enviar fotografías de letreros de lugares gastronómicos-Picadas, denominada "El Mejor Letrero de Picada".

En cuanto a aquellos lugares, se reconoció a los establecimientos tales como restaurantes turísticos, casinos sociales, cocinerías, fuentes de soda, heladerías, salones de té y cafeterías, panaderías y pastelerías, fiambrerías y rotiserías, viñas y vitivinícolas tradicionales, entre otros.

Corrían los años '60, cuando un grupo de "lolos" se juntaron para dar vida a Los Mustangs en Chañaral. La pasión que despertaba la música en aquellos años, con bandas emblemáticas como The Beatles, Rolling Stones, Santana y otros, inspiraron a cuatro jóvenes a dar vida a este proyecto que se mantuvo durante largos años y que ha sabido sobrevivir, con consecutivas reuniones, como la que se dio el fin de semana en la Hostería Chañaral.

Richard Grenet, Manuel Kong, Carlos Palma, Jorge Sepúlveda y la voz de Willy Valencia han sabido hacer de esta pasión una manera de vida que permite regalar momentos de nostalgia y alegría a los chañaralinos, como ocurrió la noche del sábado.

Grenet comentó que "los tiempos han cambiado, pero estamos permanentemente con los músicos haciendo lo mejor posible", explica, debido a que si bien las presentaciones públicas no son tan constantes, las reuniones para poder volver a tocar son mucho más frecuentes.

"Uno ya no está en la edad juvenil, como cuando tenías más dominio, pero todo se hace con cariño", agrega, al explicar la magia de volver a juntarse para compartir su música junto a los chañaralinos.

La trayectoria que tiene la banda hace posible que sus presentaciones sean entretenidas y extensas, como lo han apreciado en el puerto. A eso se suma la preparación y el entusiasmo con el que los integrantes de Los Mustangs enfrentan cada posibilidad de reunirse nuevamente con su público, para entregarles aquellas canciones que los hicieron acaparar aplausos y reconocimientos desde fines de los años '60.

El grupo dio este sábado una nueva muestra de su calidad y vigencia, aquella que da la experiencia y el fiato.