Pascual Castro toda una vida ligado a la "Chinita" Candelaria
Son muchos los personajes que aparecen en la historia de la virgen de la Candelaria, y de la veneración que los creyentes católicos le ofrecen en la región de Atacama. El santuario de la Candelaria, en Copiapó guarda diversos momentos de la vasta historia de fe de la región de Atacama, sin embargo, otro de los lugares que tienen gran significado en la fe religiosa que los atacameños le ofrecen a la virgen patrona de los mineros, es el campamento de los bailes religiosos en este lugar comulgan danzantes de los viles locales y también de los bailes visitantes del santuario.
Una gran cantidad de hombres y mujeres son los que dedican gran parte de su vida a los tradicionales bailes religiosos y es el caso del actual jefe general de los bailes religiosos de la diócesis de Copiapó.
Pascual Castro recuerda como llegó a ser danzante, tamborilero y a ocupar el cargo que hoy realiza a sus 78 años.
Castro indicó que "nací un 7 de junio de 1935, en febrero de 1936 mi madre me presentó a la virgen, porque yo tenía una enfermedad respiratoria, ahí fue que mi mamá le dijo a la chinita, que si me alentaba, yo bailaría hasta los 21 años para ella, esa fue la manda que mi madre realizó con la chinita (nombre con el que las personas ligadas a los bailes religiosos, cariñosamente, utilizan para referirse a la virgen de la Candelaria)".
El hombre agregó que "así fue justamente cuando cumplí mis 21 años, tiempo que se consideraba antes como la mayoría de edad, mi madre me acompañó ante la virgen y le dijo mire madrecita de la Candelaria usted cumplió hace muchos años, hoy estoy cumpliendo yo, el cumplió los 21 años y ahora él toma sus propias decisiones, y así fueron pasando los años cuando cumplí los 26 años para los 27 comencé a bailar como flautero, como chino de flauta, chino de la orilla, y después desde los 27 hasta como a los 54 años baile como tamborero, durante esos años me acerqué mucho a los abanderados y les hacia el coro cuando ellos le cantaban a la Virgen, así que un día el jefe general de aquel tiempo me dijo mira Pascual yo creo que ya es tiempo que tú seas el abanderado, ya estas entrando en años y creo que estas capacitado (risas). Yo la verdad que no quería asumir esa responsabilidad, en esos momentos por una cuestión bien especial nosotros éramos como 8 amigos que bailábamos desde mucho tiempo juntos siempre compartíamos desde niños. Entonces por eso yo intentaba alejarme para no separarme del grupo. Yo le decía que era tamborero, que no tenia una bandera y un día me dijo toma pascual cántale con mi bandera, así que tuve que cantarle, al año siguiente me dijo. Usted entrega el tambor y asume la bandera, así que asumí la bandera, yo me preocupaba de prepárame para cantarle a la chinita. Así fue pasando el tiempo y los años hasta que asumí esta misión de coordinar a todos los bailes religiosos de la diócesis que son bastante solo en Copiapó existen 26 bailes religiosos y cada comuna tiene almenos un grupo".
El presidente finalizó sosteniendo que "es una misión muy linda, y gratificante, pero por sobretodo entregarle toda esta vida a mi chintia es algo que para mi no tiene precio así que ahí estaremos hasta que dios quiera junto a nuestra chinita de Atacama".