Si fuésemos sede del próximo mundial de fútbol o de las olimpiadas, es decir, de una actividad de carácter mundial, que a su vez acaparara la atención del ciudadano común y de los medios masivos,¿ cómo reaccionaríamos? Creo que estaríamos hablando todo el tiempo de este "logro". Pues bien, en este mes de enero, Chile será sede de la sexta Cumbre Mundial de la Cultura y las Artes. Es decir, seremos sede del "campeonato mundial" de la cultura… y no lo sabía. Lo más probable es que sea mi culpa, porque es un tema que debiera interesarme, dada mi condición de artista visual. Pero tal vez, en defensa de mi falta de supuesto interés, podría alegar que no es una noticia que acapare la atención de los medios y por lo tanto no aparece en ellos de manera insistente y permanente como por ejemplo Valentina Rott. Creo que no sabía porque no es tema, pero lo importante es que es un hecho innegable y somos sede de esta cumbre mundial. Cómo lo supe. Viendo un canal de noticias ¿? donde entrevistaban al ministro de cultura que se llama Roberto Ampuero. (lo sabían?). Dijo que a partir de los primeros días de enero comenzó a regir una nueva ley de donaciones culturales, aparentemente más flexible y que permite que no solo las empresas nacionales puedan donar, sino también empresas extranjeras y personas naturales, permitiendo que los montos aumenten, facilitando la gestión y por ende su concreción. También, que se está tramitando la ley del Ministerio de la Cultura y el Patrimonio. Uf, cuántas cosas, supuestamente de mi interés…y no lo sabía.
Algo que comparto y que me pareció relevante, fue la postura que planteó en relación con lo importante que es la cultura y el arte no solo en el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida y de la sensibilidad de las personas, sino también en el desarrollo económico nacional, incluso pudiendo incidir en el PIB del país. La cultura permite generar actividades económicas en torno a ella, (el Museo Gabriela Mistral, por ejemplo), que no tienen necesaria relación con la cultura y el arte: cafés, restoranes, hostales, etc. Entonces, si influyen también sobre la economía, cómo es posible que una cumbre mundial de la cultura y las artes, una nueva política de donaciones culturales y una política de un ministerio de la cultura no sean temas en esta sociedad de libre mercado? No lo sé, pero por lo menos ahora sé… que se llama Roberto.