Hace algunas semanas llamó la atención de muchas personas una protesta de un grupo de reclusos de Copiapó, debido a que había un caso de tuberculosis en la cárcel de Copiapó. No pocas personas piensan que esta enfermedad está erradicada del país, que se da en países que están más atrasados o simplemente que por las vacunaciones ya no existe riesgo de contagio.
Sin embargo, la situación es distinta. La tuberculosis está presente en el quehacer diario. Una enfermedad contagiosa que está presente en un tercio de la población mundial y que en nuestro país se ha controlado progresivamente, aunque persiste en algunos sectores de la sociedad.
La tuberculosis es causada por una bacteria llamada Bacilo de Koch y afecta principalmente a los pulmones, aunque puede presentarse prácticamente, en cualquier órgano del cuerpo. En nuestro país, la enfermedad se ha controlado progresivamente.
La persona que enferma de tuberculosis generalmente presenta tos y desgarro por dos semanas o más, incluso puede expectorar desgarro con sangre.
Esta tos se puede acompañar de decaimiento, pérdida de apetito, fiebre en las tardes, baja de peso y sudoración en las noches. Si estos síntomas persisten por más de un mes, o si se ha estado en contacto con una persona contagiada de tuberculosis es recomendable acudir al centro de salud más cercano para solicitar que le realicen el examen de expectoración o baciloscopía para efectuar el diagnóstico de la tuberculosis. Este examen es totalmente gratuito sin importar la condición previsional.
Por ello es tan importante que las personas tengan conciencia de que si bien la enfermedad está en franco retroceso, igualmente existe y la pesquisa oportuna permitirá que no haya casos de relevancia. Esta enfermedad, así como otras que se cree erradicadas como el sarampión, deben ser vigiladas por la población no sólo en la prevención, sino que fundamentalmente con la oportuna vacunación de nuestros niños y niñas, pues éstas y otras enfermedades están incluidas en el bloqueo.