Longevidad en Chile: ¿Están preparados los profesionales para abordar las necesidades de las personas mayores?
OPORTUNIDAD. El cambio demográfico plantea nuevos desafíos en la formación técnica y universitaria.
La esperanza de vida al nacer en Chile es de 80 años para los hombres y 85 años para las mujeres, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud. Asimismo, las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas indican que en 2031 la proporción de personas mayores de 64 años superará a los menores de 15 años.
Para afrontar este cambio demográfico, el gobierno propuso una serie de iniciativas, entre ellas el programa "Más geriatras para Chile", que busca incrementar en un 50% el total de especialistas en esta área.
"Es un aporte relevante para abordar el déficit de geriatras, sobre todo con una población longeva que aumenta progresivamente en nuestro país. El sistema de salud chileno no está preparado para los nuevos retos de la longevidad, falta avanzar en muchos ámbitos, por ejemplo, debemos preguntarnos si las instituciones de educación superior están formando profesionales capaces de responder a las necesidades de las personas mayores", afirma Viviana García, académica de la Facultad de Medicina y directora ejecutiva del Centro Gerópolis de la Universidad de Valparaíso.
Además señala que gran parte de los programas de formación se desarrollaron cuando las políticas públicas de salud estaban enfocadas en la pediatría y los problemas más prevalentes eran las enfermedades infecciosas agudas. Hoy día, la principal causa de muerte son las enfermedades no transmisibles y la clave para mantener la capacidad funcional es el envejecimiento saludable.
Formación transversal
El programa de gobierno también incentiva a las universidades a incorporar temáticas relacionadas con la geriatría y la gerontología en las mallas curriculares, particularmente en carreras ligadas a la atención social y sanitaria de la población mayor.
Al respecto, García enfatiza en la diferencia entre la geriatría y la gerontología. La primera es una especialidad médica orientada a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades en las personas mayores, y la segunda es la ciencia que se dedica al estudio de los diversos aspectos de la vejez, abarcando disciplinas tales como la filosofía, la antropología y la economía.
"La gerontología nos invita a pensar en el envejecimiento como un fenómeno multidimensional, donde el proceso de envejecer no está asociado necesariamente a la presencia o ausencia de la enfermedad, ni a las pérdidas", subraya. Además, agrega que los centros de formación técnica y las universidades deben promover la inclusión de contenidos sobre envejecimiento y vejez, no solo en las carreras ligadas a la atención sociosanitaria, sino que en todas aquellas que puedan contribuir al bienestar de las personas mayores.
"En algunos países se usa el término 'geriatrización' de los profesionales de salud, en particular de los médicos de atención primaria. En ese sentido, creo que la estrategia debiera ser 'gerontologizar' las mallas de pregrado", propone.
Descentralización
De acuerdo con registros del Ministerio de Salud, en Chile hay 121 médicos geriatras para atender a más de 2 millones 800 mil personas mayores de 60 años. "La escasez de geriatras es uno de los principales obstáculos para conformar equipos académicos que impartan esta especialidad en el país, sobre todo cuando la mayoría de los geriatras se concentra en la Región Metropolitana", plantea García.
Los resultados del Censo 2017 posicionan a la Región de Valparaíso como la más envejecida del país, sin embargo, solo diez geriatras desempeñan sus funciones en la zona, según catastros del Minsal. La académica señala que las universidades regionales juegan un rol fundamental en la descentralización de la oferta programática orientada a la especialización en geriatría y gerontología.