En resumen
-¿Cómo nace tu amor por los perros?
-Es una bomba de oxitocina que está en todos nosotros. Quizás porque somos una especie neoténica, o sea, que nuestra infancia dura mucho, quizás hasta la muerte. La de los perros también. Dice Sapolsky que se libera oxitocina cuando uno mira un perro, también en el perro cuando te mira. Mientras más nos miramos, más oxitocina. En ese sentido, somos drogadictos. Como sea, desde pequeño que los quiero. En mi casa siempre hubo perros.
-El castigo del perro es un reflejo del que parece el hombre en la novela. ¿Somos cómo tratamos a nuestras mascotas?
-Sí, lamentablemente es así. O quizás también afortunadamente es así. Es decir, uno tiene la opción tanto de castigar como de amar. Uno recibe castigos, pero también amor. Por razones de sobrevivencia uno recuerda más los castigos, pero finalmente es el amor lo que hace que valga la pena vivir. Uf, parece cita de Village. Leí varios libros sobre perros, pero ni cerca de la mitad de los que realmente existen.
-¿Quién es el protagonista de este libro hecho con fragmentos y citas y frases en inglés?
-El Catechi es mi hermano perro. El problema del nombre está en el libro. Es real ese episodio cuando le pregunté a mi taita -que se acompaña de perros para cazar- qué significaba Catechi. Ni siquiera levantó los ojos del diario y dijo 'Catechi puh', como si fuera algo obvio. Jamás me ha dado otra respuesta. El origen del nombre es incierto. Yo termino diciendo que Catechi sencillamente es la palabra con la que el Catechi viene a mí.
Geisse dice que el único animal maltratado en esta novela fue él mismo, al escribirla.
3 preguntas
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"El Catechi soy yo. Yo soy el Catechi", es la frase que inicia y se repite como mantra en la nueva novela "Catechi" del escritor nortino Cristian Geisse. El también autor de "Pobres diablos" (Emecé) vuelve con una escritura hilarante que parece una llamada telefónica.
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John Uberuaga