La rectora del pueblo en Atacama
Con consternación en la Universidad de Atacama, hemos recibido el sensible fallecimiento de la dra. Karina Carvajal Cuello, quien fuera decana de la Facultad de Ingeniería entre los años 2010 a 2017, primera decana elegida democráticamente en el Área de Ingeniería de las Universidades Estatales, desafiando al sistema hasta ahora establecido, donde las mujeres tienen pocos o nulos espacios de poder.
Fue tal su compromiso que muchas personas, de todos los sectores dentro de la Casa de Estudios, sobre todo los que no tenían ni voz ni voto: profesores recién ingresados, auxiliares de servicios, administrativos, estudiantes, o sea un cuerpo triestamental, querían que ella liderara la universidad alguna vez.
Ella decía que no se sentía preparada aún, que faltaban muchos años para eso, pero que en su primera promesa de campaña, la cual cumpliría, daría una semana de vacaciones de Navidad, para que todos pudieran disfrutar esos días con sus familias, para propiciar la felicidad entre las personas.
Nos enteramos hace pocos días, de la gran noticia que se escogió democráticamente la primera rectora en Chile, que además con los nuevas formas de votación para elegir rectores en el país, donde se está migrando a la triestamentalidad, el anhelo de muchos podría haberse cumplido.
La Rectora del Pueblo, una persona que gobernaría con la valentía y disciplina de un hombre, pero con la entrega, creatividad y bondad de una mujer.
Leticia del Pilar Campos Olivares
Día del Niño: compromisos ineludibles y urgentes
Señor director: En este día especial, hacemos un llamado a tomar conciencia sobre la aun compleja situación de los niños, niñas y adolescentes (NNA) víctimas de vulneración de sus derechos o infractores. No podemos permitir volver a invisibilizar este grave problema social.
Cabe destacar el esfuerzo de autoridades de gobierno y legisladores para avanzar en la implementación de iniciativas consensuadas en el "Acuerdo Nacional por la Infancia". El diseño de la nueva institucionalidad tendrá eje en los proyectos de ley que establecen el Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez y los que transforman y especializan las funciones del actual Sename, creando el Servicio de Protección a la Niñez y el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil.
Como Fundación Ciudad del Niño estamos colaborando en el diseño y apoyo de políticas públicas en el contexto de esta nueva institucionalidad. Es indispensable avanzar pre legislativamente en la articulación de una intersectorialidad efectiva, con liderazgo basado en un mandato legal que asegure las prestaciones por parte de los otros órganos del Estado. El abordaje debe ser sistémico pues está comprobado que los NNA y sus familias presentan necesidades y vulneraciones adicionales a sus causas de ingreso a los programas.
Sin embargo, ese proceso debe ir acompañado de medidas para enfrentar la urgencia de la crisis actual, originada en años de postergación y precarización del sistema. Basta considerar la brecha de cobertura que mantiene a más de 15 mil NNA en listas de espera, con tiempos promedio de ingreso superiores a cuatro meses. Se trata de niños cuyos derechos siguen siendo vulnerados diariamente ante una realidad que supera lo imaginable. Sin ambages hemos calificado esta situación de catástrofe nacional, insistiendo en la necesidad de que el Gobierno haga uso de recursos extraordinarios para estos efectos.
Históricamente, la sociedad civil está dispuesta con voluntad y capacidad para enfrentar este desafío, pero necesitamos que la autoridad pública se decida a actuar.
José Pedro Silva Prado Presidente Fundación Ciudad del Niño
Emprender
Señor director:
Es muy difícil para mí resumir en unas líneas mis 56 años de vida, pero comenzaré con la etapa en que todo se fue derrumbando en torno a mí. A los 29 puse un negocio en la población José María Caro porque debía mantener dos casas: la mía, con mis dos hijos, y la de mi madre viuda y una hermana de 15 años. En esa época, la paste base de cocaína llegó a la población y quizás para validarme en ese sector, comencé a consumirla. Perdí todo hasta quedar en la calle, no fue fácil recuperarme. He tenido altos y bajos, pero puedo decir que desde que ingresé al programa Vivienda Primero, que administra el Hogar de Cristo, y vivo en un departamento, siento que después de tantos años de no tener nada, por fin he logrado recuperar mi familia y mis proyectos. Estoy trabajando como conserje en horario nocturno pero no quiero quedarme ahí, sino emprender un negocio que me permita tener un mejor nivel de vida. Gracias a los que hacen posible que las personas en situación de calle puedan acceder a un hogar.
Saulo Urbina