El espacio público se caracteriza por ser visible, accesible y reconocible para todos; es un lugar de relación, identificación, encuentros y expresiones comunitarias. Sin embargo, las dinámicas de las ciudades pueden crear espacios públicos que no están destinados para estos usos; se encuentran generalmente abandonados, como fábricas, inmuebles; o están ubicados en sitios eriazos al costado de construcciones o entre edificios. En este caso, lo que define al espacio público son sus usos; el reconocimiento, la apropiación, sentido de pertenencia y vinculación de los individuos y colectivos con él. La calidad del espacio público se podrá evaluar por la intensidad y calidad de las relaciones sociales que facilita, por su fuerza mixturante de grupos y comportamientos, y por su capacidad de estimular la identificación simbólica, la expresión y la integración cultural (Borja, 1998).
En la práctica uno esperaría que, como ciudadanos pudiésemos hacer uso de todos los espacios públicos de nuestra ciudad, caminar, andar en bicicleta y recorrerlo en el transporte público con la seguridad de que es un espacio de todas(os), que sabemos que está resguardado, que tenemos un sistema que nos permite hacer uso de él y nos protege. Lamentablemente, considerando los delitos ocurridos en nuestra ciudad, la población cada vez siente mayor desconfianza y temor al uso de los espacios comunes, existe un miedo generalizado (y fundado) en hacer uso de la ciudad. Considerando los últimos hechos ocurridos en la locomoción colectiva, se ha generado un quiebre y un temor por "hacer uso de nuestro espacio comunes" y a su vez, hacia el trasporte público. Pero, cuál es nuestro rol como ciudadanía.
Esta es una de las prioridades de las instituciones de EPA, que en nuestros trabajos ocupamos los territorios y fomentamos la organización colectiva. Debemos exigir a las autoridades que regulen y fiscalicen los servicios de transporte, antes de la calidad del servicio está la seguridad. Lamentablemente en Copiapó hay una fractura, la mayoría de las mujeres sentimos inseguridad al habitar nuestra ciudad. Si el espacio público crea la ciudad y es el lugar común de todos y todas como ciudadanos, debemos defenderlo y exigir a nuestras autoridades que nos entreguen las condiciones mínimas para poder andar en bicicleta, caminar, pasear, trotar y usar nuestro transporte público sin temor de no volver.
Mariela Retamal
Por EPA, Jefa Territorial FUSUPO