La Justicia italiana condenó ayer a cadena perpetua a siete exmilitares chilenos por su participación en la Operación Cóndor, en las décadas de 1970 y 1980, donde desaparecieron 23 ciudadanos italianos entre Chile, Perú Bolivia y Uruguay. En total, los condenados suman 24 personas, entre ellos un expresidente peruano.
Los chilenos Pedro Octavio Espinoza Bravo, Daniel Aguirre Mora, Carlos Luco Astroza, Orlando Moreno Vásquez, Manuel Abraham Vásquez Chauan, Hernán Ramírez y Rafael Ahumada Valderrama figuran en la lista de 24 sentenciados, junto al exmandatario peruano Francisco Morales Bermúdez.
El Tribunal de Apelación de Roma con su veredicto de ayer modificó la sentencia de 2017, que establecía solo ocho cadenas perpetuas pero absolvía a 19 imputados por haber prescrito los delitos, fallo que en su momento decepcionó a las familias demandantes.
Los 24 políticos y exmilitares fueron condenados por homicidio voluntario y deberán también pagar los costos del juicio e indemnizaciones a familiares y asociaciones que componen la acusación.
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El proceso comenzó con la denuncia en 1999, en Italia, por parte de un grupo de familiares de desaparecidos, un año después de que se ordenara la detención en Londres, Inglaterra, de Augusto Pinochet, tras la investigación del juez español Baltasar Garzón.
Desde aquel momento, fueron buscados los responsables por la desaparición de una veintena de ciudadanos latinoamericanos con orígenes italianos, opositores políticos y activistas de izquierda, quienes desaparecieron en la Operación Cóndor.
El veredicto de ayer es "una gran victoria de la Justicia", explicó a la agencia de noticias Efe la abogada Alicia Mejía, que representa a los parientes de Jaime Patricio Donato Avendaño, miembro de la Junta Central del Partido Comunista chileno y desaparecido en 1976.
Asimismo, hasta Roma se desplazó ayer el viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales de Bolivia, Diego Jiménez, quien aseguró que el fallo supone "un remanente de justicia impecable. (...) Hoy es posible decirle a la impunidad que no pasará, que es posible esperar justicia", afirmó.
"Es un mensaje simbólico para las nuevas generaciones de que debemos construir la memoria, que quienes cometieron semejantes crímenes no van a quedar en la oscuridad", agregó la autoridad.