Hace unas semanas lo que más abundaba en las redes sociales eran mensajes negativos en contra de la selección chilena que hoy se encuentra disputando la Copa América en Brasil. Era increíble que después de dos grandes títulos continentales se critique tan ferozmente a una generación de jugadores que han logrado triunfos antes impensados. Si bien el juego mostrado por los dirigidos por el colombiano Reinaldo Rueda no era el mejor, sorprende la dureza de las críticas y el pesimismo que se generó en torno a la "Roja".
Hoy por hoy, la selección nacional se encuentra clasificada a los cuartos de final del certamen sudamericano, algo que parecía impensado en el papel. Lo más raro es por el contrario, la "vuelta de chaqueta" de algunos hinchas nacionales, que pasaron de criticar fuertemente a la selección a apoyarla y creer que es posible cumplir el sueño del bicampeonato. Pero más allá del tema futbolístico, ya parece un deporte nacional el "chaquetismo", un ejercicio que nos hace muy mal como país, en donde se olvida que a los deportistas o artista que representa a Chile en el extranjero se le debe apoyar a pesar de las derrotas.
Pero es eso lo que más preocupa, esa envidia hacia las personas que tienen algún tipo de éxito en la vida, y este "chaquetismo" es aceptado como algo natural del chileno, lo que está lejos de ser un para sentirse orgulloso o algo por el estilo.
Es momento de cambiar, las antiguas generaciones crecieron sin ver muchos triunfos deportivos y aún así recuerdan con cariño a quienes lo intentaron, por el contrario, en la actualidad de generó un ambiente extraño, en donde no basta con ganar, sino que debe haber algo más para satisfacer a las masas, especialmente ahora que surgió con fuerza el uso de las redes sociales.
Estos cambios parte desde el hogar, enseñando a las nuevas generaciones que se deben celebrar cuando al de al lado le va bien en la vida, y apoyarlo cuando las cosas no resultan como se planificaron.