"Para mí el éxito de una fotografía tiene que ver con su capacidad de comunicar"
Edgard Garrido hizo sus primeras armas en la fotografía cubriendo los conflictos estudiantiles e indígenas a fines de la década de los 90, en la Universidad de La Frontera, en Temuco.
Quienes lo conocieron en esos tiempos recuerdan que usualmente portaba su cámara de rollo colgada en el cuello, como anticipando que su camino, más que las letras (Garrido estudió Periodismo) iba por el lado de las imágenes.
Esta semana este profesional sureño, actualmente radicado en México, consiguió una de las distinciones más importantes del periodismo mundial, al ganar el Pulitzer por la cobertura que realizó de la caravana migrante que atravesó Centroamérica en dirección a Estados Unidos en 2018.
El trabajo, realizado junto a otros profesionales de la agencia Reuters, consta de una serie de imágenes de familias hondureñas y salvadoreñas durante la agotadora travesía. Una de ellas, la de un niño llorando en los brazos de su madre, fue la más representativa de aquella larga cobertura, que se extendió por cinco meses.
Caravana
¿Cómo fue tu jornada del 20 de octubre del 2018?
-Durante esos días viajé por Guatemala hasta llegar a la frontera con México con un grupo de migrantes. La foto corresponde a un momento en que muchas familias con sus hijos, ancianos, mujeres hacen fila para obtener permiso de ingresar a México. Es un momento de cansancio, ya que ellos han permanecido durante muchos días a la intemperie, bajo el calor, durmiendo mal.
El niño está desesperado, asustado, percibe el estrés que están viviendo sus padres frente a este incierto futuro.
¿Qué elementos de su fotografía ganadora cree que determinaron su éxito?
-Esta fotografía forma parte de un grupo de imágenes en este mismo estilo. Imágenes dramáticas y que relatan el sufrimiento de este viaje, de esta difícil realidad.
¿Imaginó alguna vez que recibiría el Pulitzer y qué sintió cuando supo que había sido el ganador?
-En lo personal no trabajo o busco este tipo de reconocimientos. Si esto sucede, por supuesto lo valoro como se merece. Es un reconocimiento importante, hecho no solamente a esta cobertura en particular, sino a años de trabajo. Me da alegría y gran satisfacción.
¿La fotografía perfecta se busca, o sólo llega?
-La fotografía es el producto de la luz, de nuestra intención y nuestras propias experiencias. Creo que siempre es imperfecta. Algunas tienen "éxito" para diferentes mercados o grupos de personas, otras no. Para mí el éxito o la realización de una fotografía se consolida en la importancia de lo que estamos cubriendo y la capacidad de comunicar con precisión lo que acontece.
¿Por qué ha dedicado su vida a la fotografía?
-Me gusta, es algo que disfruto y donde descubrí vocación con el paso de los años. A veces hay que reinventarse, pero es positivo. Este reconocimiento me ayuda a esto.
¿Qué consejo entregaría al fotógrafo promedio, quien retrata la cotidianidad muchas veces trivial?
-La trivialidad está en nuestra disposición. Entiendo que a veces es difícil encontrar puntos de vista a la hora de abordar una cobertura, pero es nuestro desafío. Los medios también deben abrirse a estas posibilidades y ser permanentemente innovadores.
Sin embargo, lo más importante es no renunciar a nuestros intereses. Definir bien por qué hacemos periodismo y qué significa, esto es posible a pesar de las adversidades que hoy en día enfrentamos.
En esta imagen se observa a Edgard Garrido durante su trabajo en Centroamérica. La foto también tiene su historia. Así la cuenta Garrido: "El bebé lo dejó una migrante en mis brazos mientras iba a hacer unos trámites y volvía enseguida. Me dijo: 'Toma, aguántamelo un ratito, voy y vuelvo'. Regresó una hora después y yo tenía que trabajar sin hallar qué hacer con el bebé. Mi compañero me tomó la foto mientras ellos me hacían bromas con lo del bebé".