D. Munizaga/ P. Martínez
En horas de la madrugada del sábado, un individuo ingresó a la casa parroquial donde vive el cura presbítero de Caldera, Juan Barraza, quien fue víctima de una agresión por parte de este sujeto. Según los primeros antecedentes, la golpiza habría estado motivada en defensa de los niños que han sido abusados por algunos miembros de la Iglesia Católica, pese a que el sacerdote no tiene relación con las denuncias que afectan a los curas en el país.
Antecedentes
El hecho se registró alrededor de las 5 de la mañana, en que el individuo identificado con las iniciales N.G.C. (27) realizó destrozos en la puerta principal de la Parroquia e ingresó a la habitación del cura para agredirlo en diferentes partes de su cuerpo. La víctima logró zafar de la situación y solicitó ayuda un transeúnte del lugar, quien dio aviso a Carabineros.
"En el lugar, personal de Seguridad Ciudadana de Caldera mantenía retenido a una persona que había ocasionado unos golpes al cura párroco. Conforme a las diligencias del personal policial, se procede a la detención de esta persona por la agresión que propinó contra el padre Juan. Se efectuó una inspección ocular en el lugar sin detectarse indicios de que hayan sustraído otras especies, decretándose sólo la agresión", comentó el subcomisario de la Subcomisaría de Caldera, teniente Juan Pablo Carreño.
En cuanto a los motivos d la agresión, el subcomisario señaló que son materia de la investigación, pero que personal policial sí logró constatar es que esta persona se encontraba en estado de ebriedad al momento de ser detenido.
La víctima fue trasladada al Servicio de Urgencia del Centro de Salud Familiar del puerto, donde le diagnosticaron múltiples lesiones cortes en sus manos y brazos. Posteriormente fue traslado al Hospital Regional San José del Carmen en Copiapó.
Audiencia
El detenido pasó a control de detención en el Juzgado de Garantía de Caldera, donde la fiscal de turno (s), Paulina Kettererse, formalizó una investigación en su contra por los delitos de violación de morada, lesiones menos graves y daños simples.
Como medida cautelar, el juez decretó la prohibición del imputado de acercarse a la víctima y a 500 metros de los lugares que el afectado frecuente. El plazo de investigación se fijó en dos meses.
Obispado
Mediante un comunicado, el obispado de Copiapó se refirió al estado de salud del cura párroco e indicaron que tuvo una "microfractura en el brazo izquierdo y múltiples contusiones, así como heridas producto de los golpes recibidos con un objeto contundente". Además, señalaron que él se encuentra bastante afectado anímicamente pero agradecía la preocupación que le han manifestado.
Por otra parte, el obispo de Copiapó, monseñor Celestino Aós, dijo que "en ninguna circunstancia y por ningún motivo puede justificarse la agresión y la violencia a otra persona. Asimismo, deseo a la comunidad de Caldera fortaleza en estos momentos y que la ciudad pueda seguir siendo un espacio de convivencia pacífica, lo cual es tarea de todos y cada uno".
La comunidad parroquial de Caldera se encontraba en fiestas patronales, las que fueron suspendidas.
Autoridad comunal
Ante este hecho también reaccionó la alcaldesa de Caldera, Brunilda González, quien comentó que "lamentamos, en nombre de la comunidad de Caldera, que este tipo de actos aislados, violentos de venganza ocurran y afecten además a un cura de pueblo como el cura párroco Juan Barraza, que como la mayoría de los curas de Chile se han dedicado a servir a Dios, al pueblo, y que desde un comienzo nuestro Padre ha rechazado los actos pedófilos ocurridos de manera lamentable en la Iglesia chilena".
Además, hasta el cierre de esta edición se realizaba una misa por la salud del padre Juan Barraza en Caldera.