Fiscal Arias y abusos en la Iglesia: "Es un fenómeno parecido a la corrupción"
ENTREVISTA. Aunque afirma que no es una organización mafiosa, sí ve semejanzas con el crimen organizado.
Como un puzzle que comienza a cobrar "un aspecto más propio de lo que podría ser el crimen organizado, por así decirlo", definió los casos de abusos sexuales cometidos al interior de la Iglesia Católica, el fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, a cargo de investigar denuncias de ese tipo.
El fiscal explicó que eso se debe a que no sólo son parte de la investigación los autores de los delitos, sino además "los cómplices y los encubridores".
"Es un fenómeno bastante parecido a la corrupción. La característica fundamental de la corrupción y por qué es tan peligrosa es porque es muy viral, en el sentido de que se comete y se involucra en el acto de corrupción no solo el delincuente (...) sino también todos aquellos que participaron en ese hecho y no denunciaron, o que participaron y recibieron", dijo en entrevista con la agencia Efe.
No obstante, Arias aclara que la Iglesia no es una organización criminal, ya que ese calificativo está condicionado a que la organización "tendría que haberse formado para cometer esos ilícitos". Sin embargo, lo que sucede en este caso es que se cometen esos delitos dentro de una organización, la Iglesia, pero que no tiene una finalidad criminal.
Arias trabaja en 70 investigaciones por abusos sexuales en relación a 155 víctimas y con más de 60 sacerdotes imputados, numerosas piezas de un rompecabezas que se amplía con el paso del tiempo con nuevas declaraciones y antecedentes.
La figura del obispo
Aunque en un principio el persecutor estaba abocado al caso conocido como "La Cofradía", en julio pasado el fiscal nacional Jorge Abbott, determinó ampliar la investigación a cargo de Arias a todos los casos que se vincularan con los que ya indagaba, incluyendo hechos que podrían haber ocurrido en regiones distintas a la del persecutor.
Una indagatoria que lo ha llevado a allanar dependencias de la Iglesia; detener al excanciller del arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo; y citar en calidad de imputado al cardenal Ricardo Ezzati por presunto encubrimiento.
"El obispo es una figura central en las investigaciones canónicas. Es quien inicia la investigación, determina quién hace la investigación, examina el informe del investigador para saber si son verosímiles o no los hechos que se le imputan a una determinada persona", explicó Arias.
"Es, en cierta manera, quien decide no informar de estos hechos a la Justicia Civil", agregó. Por esos motivos, Arias resalta la importancia de la declaración del cardenal Ezzati.
"La conducta del encubridor, si es que se acredita, sin duda fue la que posibilitó la comisión de estos delitos de manera reiterada", señaló precisamente sobre el delito que se le imputa al Arzobispo de Santiago.
El tiempo que ha pasado -décadas- sin que estos casos saliesen a la luz es el principal factor que el fiscal de O'Higgins tiene en contra para resolver el entramado, que ahora lidera a nivel nacional tras ser nombrado persecutor preferente de estas causas.
La prescripción de la mayoría de los casos -la Fiscalía Nacional informó en julio que hay casos que datan desde 1960- es lo que retrasa el avance de las investigaciones.
Por eso, Arias dice que, aunque recopile denuncias y obtenga documentación en registros a edificios religiosos -ha realizado seis allanamientos en menos de tres meses, entre ellos dos veces el arzobispado de Santiago-, muchas quedan archivadas. Aunque existe una herramienta jurídica, la "interrupción de la prescripción se llama", que le está permitiendo actuar con retroactividad.
"Hay que encontrar un caso que no esté prescrito para que se revivan todos los anteriores (...) Esto supone que (las víctimas) se motiven con nosotros y no vean su caso por perdido", afirmó. "Nuestra máxima ambición es contar con el máximo número de víctimas que confíen en nosotros, para que nos expliquen, porque ellos son los únicos que nos lo pueden explicar, por qué pasa esto y por qué no se denunció", agregó.
Caso maristas: confirman veracidad
Después de ocho meses ayer se puso fin a la investigación canónica preliminar que se realizó a raíz de las denuncias de abusos sexuales contra miembros de la Congregación de los Hermanos Maristas. La indagatoria reconoce la veracidad de las denuncias, según consignó "Emol". El próximo paso a seguir es enviar los antecedentes al Vaticano, los que serán recibidos por el Superior General de la Congregación Marista, Ernesto Sánchez, junto con su Consejo en Roma. Ellos analizarán la información y tomarán una decisión sobre cada uno de los casos.