El dólar siguió imparable ayer en su tendencia alcista de las últimas cinco jornadas, al terminar la sesión con una ganancia de $ 2,10. La divisa estadounidense terminó en valores de $ 621,80 vendedor y en $ 621,50 comprador, con lo que acumuló una ganancia semanal de $ 14 para su mejor rendimiento en cinco meses. La moneda operó en línea con la fortaleza global de la divisa estadounidense.

La "buena salud" del dólar se refuerza al visualizar que en las últimas dos semanas borró todas las pérdidas que había acumulado desde el comienzo de 2018.

El análisis

César Valencia, analista de Alpari Research & Analysis, afirmó que la jornada estuvo marcada por "la publicación del dato de empleo de Estados Unidos de abril, que entregó cifras mixtas, ya que la creación de puestos de trabajo fue de 168 mil, mientras que el mercado esperaba ese dato para abril". Con lo anterior, agregó Valencia, "se alejan, por ahora, las proyecciones de brotes inflacionarios para el corto plazo, quitando presión a la FED para una normalización monetaria más agresiva".

Uno de los afectados por el avance del dólar fue el precio del cobre, que cayó esta semana 1,7% respecto de la anterior, tras cerrar ayer en US$ 3,076 por libra, afectado por la apreciación internacional de la divisa y por un aumento de la producción nacional de este metal, informó ayer la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Mercado de metales

En su informe semanal de mercados Cochilco destacó que el dólar mostró esta semana una marcada tendencia a la apreciación, ante las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos anticipara la trayectoria de la inflación en ese país. No obstante, el crecimiento del sector manufacturero en China limitó el descenso de los precios del metal.

Respecto de la trayectoria futura del dólar, Valencia estimó un posible "agotamiento" tras el alza de casi $ 30 en dos semanas, "por lo que una corrección de corto plazo lo llevaría a niveles de $ 618".

fue la rentabilidad semanal del precio del dólar en el mercado local, por la fuerte arremetida de la divisa. $ 14

fue el retroceso que tuvo esta semana el precio del cobre, presionado por la fortaleza del dólar. 1,7%

Mauricio Mondaca

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, rebatió ayer a su antecesor, Nicolás Eyzaguirre, quien criticó que el anuncio de gastos comprometidos para los próximos cuatro años por US$ 5.500 millones sí cuentan con financiamiento fiscal y se trataría de "presiones" financieras. "Nosotros hemos hecho una presentación en el Congreso con total transparencia. Hemos planteado programa por programa, partida a partida de dónde vienen estas presiones de gasto que, de acuerdo a la metodología presupuestaria que se aplica, son gastos comprometidos", señaló el secretario de Estado.

Sobre la crítica del ex ministro de que "no fue la mejor forma" de anunciar esta situación por la prensa, Larraín dijo que eso "es un juicio de valor" y que "hemos actuado correctamente". "Si encontramos una serie de gastos que no están financiados, ¿la mejor forma habría sido no contarlos? Yo creo que la mejor forma es la transparencia y así hemos planteado ante el país la situación fiscal que hemos encontrado", argumentó.

Proyecto de reforma

Sobre el debate en torno a los gastos comprometidos, el jefe de las finanzas públicas anunció que el Ejecutivo ingresará la próxima semana un proyecto de ley que modifica al Consejo Fiscal Asesor. "Esto es una mejora en la institucionalidad fiscal, es dotar al Consejo Fiscal no solamente de autonomía, sino de recursos", afirmó.

Lo anterior, agregó Larraín, apunta a que "estas medidas continúan en la senda de la responsabilidad y la transparencia", junto al plan de austeridad fiscal anunciado ayer.

El ex ministro Eyzaguirre insistió ayer en radio Cooperativa que "las cosas que no están en el Presupuesto o en el Tesoro Público no son gastos comprometidos, son presiones".

"Lo que ocurre año a año (es que) hay presiones en algunos lados y se van gestionando", explicó el ex jefe de las finanzas públicas. El ex secretario de Estado aseguró que el anuncio hecho por Felipe Larraín, de quien aseguró que mantiene aprecio, no fue "la mejor forma" de dar a conocer el problema. "Si el ministro Larraín hubiese hecho un llamado a los ex ministros para buscar formas de consensuar el cómo necesitamos bajar el déficit fiscal, habríamos estado todos disponibles. Pero decir por la prensa que US$ 5.500 millones de gastos comprometidos no están financiados no es la mejor forma", agregó.

Visita al congreso

Eyzaguirre adelantó el debate que se llevará a cabo el lunes en la reunión en la Comisión Mixta de Presupuesto en Santiago, donde lo acompañará el ex director de Presupuestos, Sergio Granados, para dar a conocer su visión. "El lunes vamos a entrar punto por punto viendo cómo algunas partidas pueden acomodarse y otras no", puntualizó el ex ministro.

Plan de ajuste

El Gobierno anunció ayer un plan de austeridad fiscal complementario a medidas anunciadas anteriormente por un total de US$ 4.600 millones. Según el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, el plan se aplicará hasta el 2021, a una media anual de ahorro de US$ 1.150 millones, equivalente al 1,6% del presupuesto fiscal aprobado para el 2018.

"Esto es una rebaja en el presupuesto en el Gobierno central consolidado para 2018", explicó Larraín, precisando que se recortarán fondos de programas fiscales, bienes y servicios de consumo (automóviles y equipamientos de oficina, entre otros) y en compras de algunos activos no financieros.

El recorte "se aplicará de forma pareja en todos los ministerios y servicios, y adicionalmente en programas fiscales específicos mal evaluados", afirmó Larraín. "Ningún programa que esté bien evaluado será afectado", aseguró.

Agregó que la liberación de recursos "permitirá mejorar" su "posición fiscal y priorizar la educación para los niños de entre dos y cuatro años".