Desarrollo urbano como prioridad. Esta debería una de las máximas de las nuevas autoridades, ya que tendrán que asumir problemáticas urbanas que se han acentuado durante las últimas décadas en la región, como el crecimiento inorgánico de las ciudades, el déficit de viviendas sociales y la falta de planificación y ordenamiento territorial.

Todas estas problemáticas, que se conectan entre sí, han quedado en exposición tras los aluviones de 2015 y 2017 y en la mayoría de los casos tienen su génesis en una falta de visión de futuro, lo que ha provocado que las estemos resolviendo cuando "explotan", lo que tiene un mayor costo social y económico para la región.

Pero vamos por parte. En enero Diario Atacama publicó una noticia que debiera ser motivo de preocupación. Titulada "Más de 1.500 familias de campamentos viven en zonas de riesgo", la nota hace referencia a las ocupaciones irregulares que se han instalado en el borde de las quebradas en Copiapó. Un peligro inminente para la comunidad, dada la exposición en que se encuentran esas familias y también porque se están expandiendo las tomas sobre las piscinas decantadoras, anulando su funcionalidad.

Mientras esta dinámica avanza sin aparente control y que lamentaremos en caso de otro desastre, existe un déficit de más de 8 mil viviendas sociales en Atacama. A pesar de los esfuerzos por avanzar en este tema, esta labor debe seguir profundizándose, pues la aparición de campamentos -incluidos los que se instalan en el borde de las quebradas- están relacionados con este déficit. Hacerse cargo de estas problemáticas también incluye, para que puedan existir soluciones que se sostengan en el tiempo, una planificación territorial con mirada de largo plazo, a través de planes regulares actualizados. Esto implica proyectar terrenos para nuevas viviendas (incluyendo sociales) a 30 años, visualizar los sectores hacia dónde crecerán las ciudades y contener hacia donde no deben, provisionar equipamiento y servicios y construir la infraestructura necesaria para mitigar riesgos y mejorar el bienestar de la comunidad.

Lo hemos dicho: el desarrollo urbano debe ser una de las prioridades en 2018. No esperemos otro desastre, sino que adelantémonos, trabajemos en base a mejorar la calidad de vida urbana, construyamos mejores ciudades.

Carlos Aguirre Barraza

Vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción Copiapó

Una muy buena noticia entregó el acuerdo firmado por Aguas Chañar y Acciona, en donde la producción del agua potable en la región pasará a ser 70% realizada con energías no renovables, algo que es simplemente una idea trascendental de cara al futuro, tanto de la región, como de las producciones de agua en el planeta.

Esta iniciativa comenzará de manera progresiva durante el año, dando solución a una problemática utilizando las riquezas que tiene la región de Atacama, y que son llamadas a ser usadas con el fin de resguarda el planeta.

Es tal la magnitud de este acuerdo entre ambas empresas, que se dejará de emitir la atmósfera más de 26.599 toneladas de CO2 de manera anual, algo que transformará completamente la forma en que se mirará la energía renovable en este tipo de industria.

Al mismo tiempo, es tipo de iniciativa sirve de ejemplo para que otras entidades comiencen a usar este tipo de energías sin dañar el medioambiente, pero por sobre todo, utilizando de buena forma los recursos que tiene la región.

Ya el primer paso lo han dado diversos edificios estatales, en donde los paneles solares suministran una gran cantidad de energía que utilizan diariamente, algo que también se ha reflejado en los hogares.

Incluso, en este mismo medio, hace unos días fue publicada una nota en donde se catalogaba a Atacama como una de las regiones que más utilizaba esta tecnología no contaminante, y que a la larga termina siendo mucho más barata.

También es momento que los empresarios comiencen a mirar este tipo de energía para agregarlas a su proceso productivo, algo que sería bastante beneficio tanto para sus productos, como para la comunidad.

Lo bueno de todo esto, es que Atacama se está transformando en la región de la energía renovable en el país.