Existe consenso en que la migración es, junto con la Araucanía y el crecimiento económico, la mayor urgencia que enfrentará Chile.

La multidimensionalidad del fenómeno migratorio (migran los extranjeros que vienen a Chile, pero también migran los chilenos que viajan al extranjero y que regresan desde allí) choca con la perspectiva bilateralcaracterística del análisis izquierdista, con que nuestra clase política lo ha estudiado.

Tradicionalmente, la relación migratoria ha sido vista como un vínculo bilateral entre el migrante, y el Estado soberano. Esta concepción, propia de los siglos XIX y XX, inspiró el proyecto de Vicente Pérez Rosales: el Estado chileno promovió la inmigración alemana, la instaló en territorios fiscales, y favoreció la emergencia de comunidades que, dentro de la unidad nacional, aportaron su especificidad. Además, mantiene una visión jurídica, superada por la naturaleza social de las migraciones.

El tiempo ha pasado y la relación migratoria ha adquirido una complejidad mayor de la que tampoco dan cuenta las convenciones internacionales. Hoy, en ella intervienen cuatro actores: a) El Migrante, con derechos y obligaciones; b) La Comunidad de Acogida; c) La Patria chilena peregrina y d) El Estado que arbitra entre estos grupos.

El migrante tiene derechos y obligaciones, incluyendo respetar la ley y la identidad de acogida.

El migrante no llega sólo a un país; llega a una comuna oa un barrio. Esa comunidad tiene derecho a que su modo de vida no sea alterado por la llegada de los inmigrantesy el Estado debe velar porque ello se respete.

También los chilenos en el extranjero deben ser considerados. Nuestros emigrantes tienen derecho a recibir de los Estados de origen de los migrantes que nosotros recibimos, el mismo trato que nosotros estamos dando a esos extranjeros. ¿Cómo entender que Chile mantenga una política de puertas abiertas hacia países que exigen visa, o que expulsan a los chilenos que quieren radicarse en esos territorios?

Considerar estos actores modifica el objetivo de la Ley de Migraciones; no se trata sólo de derechos de un grupo determinado, sino de un objetivo mayor: eliminar el agravio comparativo, dando a cada uno (migrantes, comunidad de acogida y Patria peregrina) lo que les corresponde.

Ese es nuestro desafío.

Federación Social Cristiana

Ciertamente es una buena noticia para Chile, que de una vez por todas, se logre coordinar un frente político transversal y común, basado en los principios cristianos, los que han sido comunes a nuestra tradición y cultura chilena desde su formación y que han inspirado los derechos fundamentales en toda la tradición cristiana occidental, pero que han sido de a poco olvidados en el último tiempo.

Creemos firmemente que los principios socialcristianos son necesarios hoy en día para entender una nueva cultura de la solidaridad, o la preocupación con los más vulnerables de nuestra sociedad, y que es a su vez esa solidaridad un pilar fundamental, tal como la dignidad de la persona humana y la libertad, para definir un nuevo marco de progreso en libertad, que potencie a nuestra Sociedad Civil sobre la acción del Estado en nuestras vidas, y que focalizando los recursos poúblico en donde más se necesitan, en los más vulnerables, logre potenciar a todos los ciudadanos en sus proyectos y aspiraciones.

Madurez republicana

¿Estaremos viendo finalmente la madurez republicana en nuestro país? Esperemos que así sea.

Señor director:

José Ignacio Pinochet Raul Sanhueza

Hace algunos días trascendió en los medios de comunicación la conformación de un nuevo referente político, liderado por el Senador Francisco Chahuán, quien desde la perspectiva del pensamiento socialcristiano, el cual precisó, pretende tender un puente con las fuerzas políticas y movimientos que comparten un tronco común arraigado en los principios cristianos.

Arturo Veneros

Es interesante como liberales clásicos, conservadores, humanistas cristianos, Demócratas Cristianos, miembros de Renovación Nacional, laUDI, independientes, centros de estudios y otros movimientos de lasociedad civil se han visto atraídos por el proyecto de la FederaciónSocial Cristiana como un punto de convergencia política.

Federico Urra