Aprender a tomar decisiones
La disciplina es una conquista totalmente personal que debe ejecutarse diariamente.
Con los resultados de la PSU en la mano, Rodolfo le contaba a su amigo David, lo mal que le había ido. Decía sentirse desorientado, sin ánimo, agobiado e incluso un poco deprimido. Esta era la segunda vez que rendía la prueba. En el primer intento no logró el puntaje que necesitaba para entrar a química y farmacia, en ese instante optó por hacer algo y estudió técnico paramédico, desgraciadamente como no le gustaba la carrera la calificación que obtuvo fue deficiente.
Estimados amigos lectores, la disciplina es una conquista totalmente personal que debe ejecutarse diariamente. Es cierto que los seres humanos no nacemos con fuerza de voluntad sino que es una aptitud que poco a poco vamos obteniendo. En general los adolescentes cuando terminan la enseñanza media, suelen preguntarse: ¿qué haré si no quedo en la universidad? Cuando esto sucede los jóvenes sufren una gran decepción, especialmente aquellos que no tuvieron la posibilidad de palpar a tiempo una adecuada orientación vocacional. Para que un joven se realice, necesita desempeñarse en actividades que le sean atractivas y para las cuales ante todo tenga habilidad.
La crisis de adolescencia y el bajón de autoestima que puede llegar con la frustración de no entrar a estudiar lo que se anhela, se pude recuperar ayudando a quien la padece a visualizar un horizonte distinto que vale la pena conocer y disfrutar.
Hoy más que nunca como sociedad amante de los hijos, estamos llamados a detenernos y reflexionar sobre la manera de prevenir cierto tipo de situaciones que generan angustia profunda.
El médico siquiatra Fernando Oyarzún en una oportunidad dijo: El interés por ayudar a los adolescentes debe ser no sólo para trabajar con ellos y para ellos, sino desde ellos.
Cuando nuestros hijos egresan de la educación media, les cuesta salir adelante con su plan de vida, tienen muchos caminos para elegir y sin embargo en ocasiones a lo largo del camino las oportunidades no han sido lo suficientes para que logren tomar de manera independiente adecuadas decisiones.
Ojalá cada joven en su momento se dé a sí mismo la autorización de solucionar sus conflictos, comprendiendo que recibir ayuda es un derecho y no una debilidad.
Mily Soler Grez comunicadora social