Dispositivo de abono conocido como "la hoja biónica" podría producir frutas y verduras HASTA 150% más grandes
Con el objetivo de aumentar la disponibilidad de alimentos, sobre todo en zonas donde los cultivos son más complicados, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard presentó un dispositivo llamado "la hoja biónica", el que puede hacer que, por ejemplo, los rábanos crezcan hasta un 150% más grandes, gracias a la optimización de los recursos disponibles en el aire y el suelo.
El ingenio utiliza bacterias, luz solar, agua y aire para hacer abono en el mismo suelo donde se cultivan las cosechas. Esto puede ayudar a impulsar la próxima "revolución agrícola", explicaron sus creadores en la reunión Anual de la Sociedad Americana de Química, que se está realizando en California.
Novísima fotosíntesis
Los científicos desarrollaron una hoja biónica que junta el catalizador que divide el agua con la bacteria Ralstonia Eutropha, que consume hidrógeno y extrae el dióxido de carbono del aire para hacer combustible líquido.
"Los combustibles fueron sólo el primer paso", dijo Daniel Nocera, responsable del estudio. "Llegar a ese punto mostró que se puede tener una plataforma de síntesis química renovable. Ahora tenemos otro tipo de bacteria que toma el nitrógeno de la atmósfera para hacer abono".
Fertilizante
El equipo de Nocera diseñó un sistema en el que la bacteria Xanthobacter fija el hidrógeno a partir de la hoja artificial y el dióxido de carbono de la atmósfera para hacer un bioplástico que las bacterias almacenan dentro de sí mismas como combustible.
"A continuación, puedo poner la bacteria en el suelo debido a que ya ha utilizado la luz solar para producir el bioplástico", afirmó el creador. "Entonces, la bacteria toma el nitrógeno del aire y utiliza el bioplástico, que es básicamente hidrógeno almacenado, para conducir el ciclo de fijación para hacer amoniaco para la fertilización de cultivos".
Rábanos
El laboratorio analizó la cantidad de amoníaco que el sistema produce, pero la prueba real, afirmaron, está en los rábanos. Los investigadores usaron su enfoque para hacer crecer cinco ciclos de cultivo, donde los vegetales que recibieron el fertilizante derivado de la hoja biónica pesaron un 150% más que los cultivos de control.
Siguiente paso
El siguiente paso es aumentar el rendimiento para que, algún un día, los agricultores de zonas extremas puedan producir su propio fertilizante.