Así como para defender las corrientes filosóficas existen términos o metalenguajes para explicar el mundo desde cada punto de vista, existe un vocabulario al cual nos vemos enfrentados cada día, y que es utilizado con más fuerza argumentativa por las tendencias que buscan conseguir más igualdad entre las personas.
Frente a las discusiones de género e igualdad, se nos presenta un abanico de conceptos que por hoy buscan formar parte del vocabulario que antecede a la discusión. Para no dar pie a la confusión es necesario poner paños fríos y en un afán casi quirúrgico lo que busca este espacio es desmenuzar algunos vocablos, muchos los que se usan desde hace décadas, pero que requieren ser conocidos muy bien.
En primer lugar es muy importante saber qué es sororidad (no es un error de tipeo), la palabra significa "el apoyo mutuo de las mujeres para lograr el poderío de todas" y viene del francés sororité, término utilizado por las feministas de Francia en la década del 70.
En los países europeos ya se utiliza el concepto de la cultura de violación para explicar cómo las agresiones sexuales son permitidas y toleradas, toda vez que culpabiliza a la víctima o se trivializa.
El inglés también nos aporta algunos conceptos, es así como se nos presenta el mansplaining, que es cuando un hombre explica algo a una mujer y lo hace de manera condescendiente porque da por hecho que sabe más que ella, o manspreading que se utiliza cuando un pasajero (hombre) abre tanto sus piernas al estar sentado en el autobús o un vagón de transporte público que ocupa el espacio del pasajero sentado a su lado.
Esto cae dentro de los micromachismos, que fue acuñado por el psicólogo argentino Luis Bonino en 1990 para describir un machismo "de baja intensidad, suave, cotidiano". No obstante existen feministas que piensan que al utilizar el prefijo micro se minimiza la intensidad del problema o lo hace más "endeble".
Lamentablemente este espacio no nos permite explicar más términos que en la actualidad se utilizan, tales como brecha de género, heteropatriarcado, androcentrismo o techo de cristal que se refieren a la relación de poder, economía, relaciones laborales y que explican las desigualdades en estas materias. Se trata de palabras que ya forman parte de las discusiones y que no podemos obviar como si no existieran, al contrario, conocerlas es comprender más el problema.