Hace dos semanas los nuevos ejemplares de truchas traídos desde el Valle del Aconcagua, se encuentran adaptándose al nuevo hábitat que les esperaba en Falda Verde, en la comuna de Chañaral.
Son 300 peces reproductores del topo trucha arcoiris, cuyo nombre científico es Onchorychus mykiss. Una cepa con características especiales a la cual se le considera pura, es decir sin manipulación genética y bajo un acondicionamiento exento de antibióticos y químicos.
Con el proyecto en Falda Verde se busca reproducir este tipo de peces en la región de Atacama, con el objetivo de apoyar los emprendimientos locales, los que podrán ofrecer un producto de agua dulce, con la particularidad de ser agua almacenada tras un proceso de atrapanieblas.
El traslado de los peces se realiza desde Río Blanco, en la comuna de Los Andes, 900 kilómetros al sur de Chañaral. Un proceso de mucho cuidado, ya que se deben controlar los parámetros abióticos, como temperatura, oxígeno disuelto y el amonio.
En el proyecto Falda verde los esperaba el sistema acuapónico diseñado especialmente para este tipo de cultivos, el que se abastece con 36 unidades de Atrapanieblas que son capaces de captar 2.500 litros de agua diaria, lo que permite contar con el recurso necesario, donde además se cuenta con un sistema de recirculación, el que funciona en base a energía solar, lo que no genera rieles o desechos. Éste sistema acuapónico tiene además biofiltros en base a cultivos de baterías nitrificantes y un sistema de cultivo hidropónico alimentado con el agua circulante.
El Desafío
La pesca artesanal en la región de Atacama registra una importante disminución de sus desembarques en los últimos años. Particularmente, en los últimos 10, la región muestra disminuciones de los principales recursos pesqueros artesanales, los que incluyen algas, peces, moluscos y otros.
Desde el año 2002 al 2012 el recurso algas disminuyó de 64.726 ton. a 24.590 ton, los peces de 130 ton. A 123 ton., los moluscos de 146 ton. a 135 ton. y otros, como los erizo y piures de 1.027 ton. a solo 48 ton. según el Anuario estadístico de pesca, 2002,2012 de Sernapesca.
Estas cifras son preocupantes para la población de pescadores artesanales de la región, principalmente para las comunidades pesqueras de la provincia de Chañaral, las cuales están restringidas al uso de extracción de solo el 30% del territorio sur de la provincia, debido a que el 70 % restante se encuentra dividido en territorio contaminado y protegido.
Dado este escenario de sobreexplotación de recursos y consecuentemente a la disminución de las extracciones, gran parte de la población pesquera de la región está migrando a otras actividades económicas, principalmente a la minería. Bajo este escenario, la institución pública busca implementar y poner en marcha planes de manejo y de fomento que ayuden a mitigar los efectos de esta crisis pesquera, sin embargo, pese a los esfuerzos, aún no se ha logrado dar sustentabilidad al sector.
En este contexto, surge la necesidad de diversificar la economía del sector pesquero artesanal a través de sistemas de cultivo de especies acuícolas, actividad que es complementaria a la extracción de recursos pesqueros y que por ende contribuyen al desarrollo económico local.
una necesidad
Si a los efectos devastadores de los aluviones del 25 de marzo del año 2015, sumamos la contaminación de la bahía de Chañaral por desechos minerales tóxicos, vertidos directamente hasta el año 1989, y la escasa disponibilidad de recursos marinos para la pesca, producto de la sobreexplotación de los banco naturales ("Estado de Situación de las Principales Pesquerías Chilenas", SubPesca 2015), nace la urgente necesidad por desarrollar actividades sustentables en las reducidas áreas libres no saturadas, para así propender a establecer sistemas productivos limpios en base a energías renovables no convencionales (ERNC) y que puedan contribuir a la recuperación social, medioambiental, y cultural de la provincia de Chañaral.
Para el alcalde de Chañaral, Raúl Salas este es un proyecto con variadas posibilidades de concretar los desafíos propuestos. "Nosotros como municipio de Chañaral estamos dispuestos a ser un organismo que apoye estas ideas innovadoras. Hace tiempo que la comuna necesita abrirse nuevos espacios productivos y tal vez esta sea la oportunidad que muchas personas estaban esperando para tener un despegue económico. Acá con el proyecto Falda Verde podemos comercializar peces y también productos agrícolas y con eso estaríamos ampliando nuestros horizontes productivos".
El Proyecto
A fines del año 2014, la Universidad de Atacama, con el apoyo de la provisión Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno regional de Atacama, comenzó las labores investigativas que apuntaban al diseño, implementación y puesta en marcha de una unidad piloto de producción Acuaponico. La ubicación geográfica del proyecto, se situó en el sector de Falda Verde, en la cara sur de la Reserva Nacional Pan de Azúcar.
La continuidad
Este proyecto tiene como objetivo global, estandarizar un sistema único de captación de agua dulce por atrapanieblas para sustentar cultivos productivos acuaponicos (truchas y hortalizas), considerando la incorporación de más unidades de atrapanieblas y una planta fotovoltaica, lo cual permitirá el aumento del número de peces desde 1500 a 5000 ejemplares, con el consiguiente aumento de biomasa final desde 2.000 kilogramos a 8.000 kilogramos disponible para la etapa comercial.
A través de esta nueva iniciativa, se crearán herramientas de transferencia tecnológica en generación de agua dulce por atrapanieblas, cultivo de peces, cultivo de hortalizas y ERNC, utilizando como centro de capacitación la unidad productiva que genera volúmenes planificados de las especies en cultivo y que busca la comercialización de los resultantes productos gourmet, agregando valor y con la capacidad de penetrar mercados locales y regionales con este tipo de productos.
Ricardo Cunha, director del proyecto Falda Verde señala que "este año estamos haciendo un trabajo coordinado con los sindicatos de Atrapanieblas que existen en la Provincia de Chañaral, queremos que ellos se adueñen de los beneficios que va a entregar esta instancia que hemos desarrollado. Acá hay una oportunidad de diversificación productiva importante, donde además es relevante el trabajo orientado a lo agrícola que se puede generar del mismo cultivo de truchas y si sabemos aprovecharlo esto puede ser un gran negocio para la comuna".
Además de la materialización de este proyecto, se busca hacer la transferencia tecnológica a los grupos interesados, para que de esta forma se encuentren preparados para enfrentar el desarrollo de un negocio que busca potenciar a la comuna en un ámbito productivo diferente al acostumbrado en Chañaral.
300 peces reproductores del topo trucha arcoíris, cuyo nombre científico es Onchorychus mykiss.
36 unidades de Atrapanieblas abastecen el sistema acuapónico diseñado especialmente para este tipo de cultivos.