La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) nos sitúa como uno de los países con mayor prevalencia de obesidad dentro de los miembros de este organismo. Ante el alza de patologías relacionadas con el sobrepeso en Chile, las cirugías bariátricas han ido en aumento como una respuesta efectiva a este problema. En este sentido, dicha intervención ha sido reconocida por diversas isapres, las cuales efectivamente cubren una parte o la totalidad de esta operación. Sin embargo, el tratamiento completo requiere una segunda etapa, la cual consiste en tratar las secuelas de la baja masiva de peso, la cual es crucial para una recuperación óptima del paciente. Estas secuelas se manifiestan, fundamentalmente, en exceso y caída de piel en diversas partes del cuerpo, como el abdomen, dorso, glúteos, mamas, brazos, muslos e incluso, rostro. Para corregir estas alteraciones, es necesario realizar procedimientos quirúrgicos específicos para cada zona, conocidos como cirugía post-bariátrica.
Si bien es cierto, algunas isapres cubren la intervención destinada a lograr la baja de peso, las instituciones de previsión de salud consideran la cirugía post-bariátrica como una cirugía estética y no de reconstrucción; la que es crucial para la corrección de las alteraciones y deformidades del cuerpo secundarias a esta operación. En este contexto, como Sociedad Chilena de Cirugía Plástica (SCCP), consideramos, que tanto isapres como Fonasa, deben replantear este tratamiento y cubrirlo en su totalidad.
Debido a los elevados índices de obesidad en el país y al alza de pacientes que se someten a la cirugía bariátrica, por motivos de salud y que -tras ésta- presentan secuelas importantes efectos secundarios por la baja masiva de peso, es fundamental que las instituciones de previsión de salud consideren la cirugía post-bariátrica como una operación reparadora y no estética.
La operación de reconstrucción es clave en términos funcionales, estéticos y psicológicos. Mediante esta intervención, los pacientes tienen un cambio radical en sus vidas, desde sus hábitos alimenticios hasta en sus relaciones interpersonales. Luego de esta operación, muestran mejoras importantes en su autoestima e incluso trabajo. Actualmente en Chile, la cirugía post-bariátrica es costeada por los mismos individuos, por lo que ellos deben recurrir muchas veces a la Superintendencia de Salud para intentar que los gastos sean cubiertos por su previsión de salud. En cambio, en otros países que funcionan con un sistema de cobertura de salud similar al nuestro, este tipo de intervenciones sí tienen cobertura.
Montserrat Fontbona Presidenta de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica (SCCP)