Aurora y crepúsculo
Pocos eran los que podían leer cuando La Aurora de Chile circuló ese 13 de febrero de 1812 en Santiago. Al poder de los españoles y al posterior de los criollos tampoco le interesaba mucho que el pueblo entendiera lo que estaba pasando. Casi siempre ha sido así.
Tampoco debe entenderse que esa Aurora era un grito libertario pleno del pueblo porque el cura Camilo Henríquez no representaba a los menesterosos de Chile. Representaba al poder creciente de los criollos que aspiraban a quedarse con el poder de los realistas para cimentar una clase social que se prolongara en el tiempo. Como así ocurrió en 205 años de una historia manoseada por los historiadores oficiales quienes nos han narrado sucesos que creímos desde los pupitres escolares.
Lo que creímos era una aurora se transformó en crepúsculo para la vida ciudadana chilena con un poder establecido luchando por continuar recibiendo granjerías de lo que les pertenece a todos los ciudadanos.
Los periodistas no deseamos más auroras de Chile. Lo que debemos fomentar es un periodismo consecuente y al servicio de los ciudadanos que tratan de establecer algo parecido a una convivencia digna que entregue esperanzas de reivindicaciones verdaderas.
El poder establecido siempre ha intentado tener a su favor al periodismo para que esos ciudadanos que ahora unen las letras "entiendan" lo que ese poder fáctico quiere que se comprenda.
En regiones hay temas que investigar: el destino de las aguas; la contaminación minera; corrupción en los gobiernos locales; crímenes sin resolver y sin culpables; educación deficiente; sistemas de salud inestables; cuestionada representatividad de los partidos; consumismo depredatorio y la frustración que deambula latente.
No son temas nuevos. Son vulneraciones que comenzaron a estructurarse hace 43 años y que ahora solamente estamos administrando sin atrevernos a resolver esas usuras de manera integral.
El periodismo nacional que se ha reivindicado en parte necesita de instancias regionales investigativas que sean una aurora efectiva que luche contra el crepúsculo de las ideas.
Osman Cortés Argandoña
¿Leyeron antes la Constitución?
En una entrevista el Presidente del Concejo de Observadores para el proceso Constituyente, Patricio Zapata, abogado constitucionalista, opinó de temas como la baja participación (200 mil personas según su propio dato) en el proceso en sí, la falta de información para hacerlo más masivo, no todos participan en redes sociales y así llegar a lugares más apartados, de las bases ciudadanas y la factibilidad de convertirlas en el sustento del proyecto propiamente tal y otros tópicos, sin embargo él como observador del proceso, en la entrevista no realizó ningún comentario, observación, notación al margen, incidente, etc. en cuanto a que nunca se supo si las personas que participaron en el proceso habían leído, debatido, comparado la Constitución Política en forma íntegra que hoy rige en Chile antes de opinar y aportar ideas, además el estar en conocimiento que la actual constitución ha tenido muchas modificaciones con respecto a la original de los 80´, condiciones mínimas para participar en un proceso tan relevante para Chile, de lo contrario el aporte solo podría haber sido producto del comentario de pasillo, de esquina y de la reunión familiar y no con la seriedad que requería el proceso…
Luis Soler
SuperTanker
Y pensar todas las trabas que le pusieron a la llegada del SuperTranker a Chile, más aún cuando era una donación. Tirón de orejas para el jefe de la Conaf.
Mauricio Cisternas
Emergencias
Las últimas semanas nos han demostrado como las diferentes instituciones en la gestión del riesgos y desastres han sido superadas por las circunstancias.
Esto no opaca los heroicos esfuerzos realizados, especialmente por voluntarios y las FF.AA., como tampoco omite las graves fallas en la toma de decisiones y falta de capacidades especialmente por el estamento político. Es necesario debatir en la formulación de una nueva estructura con una mirada estratégica
Francisco Sánchez
Refichaje
Si los militantes de los partidos desean reficharse, no necesitan incentivos ni normas que amplíen los plazos. La verdad es una, los partidos, las conductas de sus dirigentes y de sus parlamentarios, han decepcionado a muchos militantes. La ciudadanía se aburrió de esperar de sus partidos autocrítica seria y cambios de conductas.
Juan Luis Castillo Moraga