Pirómanos o simples delincuentes
Especialistas recomienda no patologizar el actuar de quienes inician los incendios, pues eso les resta responsabilidad a sus actos. La piromanía es un trastorno psiquiátrico relacionado con el control de impulsos y no se debe confundir con los incendiarios cuya acción es intencionada.
Los especialistas coinciden en que la prevalencia del comportamiento pirómano es tan escasa que no es suficiente para que los actos de alguien con este tipo de trastorno pueda ser responsable de la cantidad de incendios forestales que ocurren en el país.
Ya se ha establecido que el principal origen de los incendios forestales son por acciones del ser humano, asimismo la prevalencia de la piromanía como trastorno es tan baja que no alcanza a superar el 3% de la población, por cuanto las hipótesis de que lo sucedido sea acción de personas con el trastorno es poco probable.
Ahora bien, el pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona que intencionadamente decide quemar una parcela de terreno u objetos con ánimo de lucro o simplemente por hacer daño.
La piromanía es un trastorno psiquiátrico caracterizado por el impulso de iniciar incendios. Además el sujeto suele sentir relajación, placer, interés, curiosidad y atracción por todo lo relacionado, como pueden ser las estaciones de bombero.
Los mismos especialistas señalan que incendiar un bosque se aleja de la conducta del pirómano porque el riesgo que implica la acción no le permitiría disfrutar del fuego.
En Radio Digital FM el psiquiatra Juan Andrés Mosca se refirió a cómo se puede identificar la piromanía señalando que es importante no patologizar lo que está ocurriendo, puesto que las personas con trastornos de personalidad y conductas antisociales no dejan de ser responsables por sus actos.
Por otra parte estamos ante personas cuyo actuar es similar al de quien provoca destrozos en las ciudades cada vez que ocurren manifestaciones con alta participación de personas.
Los sujetos con trastornos de conductas tienen características de baja empatía con sus pares, pues dentro de estas conductas existe una poca evaluación de las consecuencias que pueden resultar de sus actos, pues poco o nada le importa el dolor que causan a los demás.