Liga de Héroes por Chile
Estimado Director:
¡Cero posibilidades! que los incendios nos derroten…cuando tenemos de nuestro lado a una verdadera Liga de Héroes,… Super Tanker, Ilyuchin (El Luchín), no uno, dos Hércules, más nuestros bomberos, brigadistas y voluntarios…, ojala que este sentimiento de unidad se contagie en todos los chilenos para que también derrotemos y sin ninguna posibilidad de rebrote tantas otras lacras que no permiten que el desarrollo y el bienestar les llegue a todos, como la corrupción, colusión, nepotismo, enriquecimientos ilícitos, "cuoteos" políticos y otras…, es cosa que empecemos a creer más en nosotros y saquemos "el Héroe que todos llevamos dentro"…..¡Vamos Chile, una vez más!... el mundo nos está mirando…
Luis Soler
Nuestra postergada Defensa Civil
Las largas jornadas de incendios que asolan a nuestro país ha tenido diversos protagonistas, sin lugar a duda la importancia de los diferentes Cuerpos de Bomberos, Brigadas de Conaf, unidades de Ejército, Armada y FACh, junto a la ayuda internacional, han copado importante espacio en las noticias.
Sin embargo en las operaciones han sido muchas más y desde el primer momento estuvo presente con su cuerpo de voluntarios, al igual que el resto con escasas horas de descanso, trabajando en labores de combate de incendios, evacuación, acopio, distribución de ayuda y rehabilitación de las zonas de desastre.
No son pocos los que prestan servicios en esta noble institución, muchas veces bajo el anonimato, uniendo generaciones en un trabajo efectivo y sin descanso, por la Patria y sus altos destinos, sirviendo al país en momentos de angustia y dolor, hombres y mujeres que marcan la diferencia con escasos recursos, con una voluntad de oro y un espíritu de cuerpo ejemplar.
Francisco Sánchez Urra
Los hitos que vienen
El año 2016 fue de grandes reivindicaciones sociales en Chile. El debate por las pensiones y las bajas tasas de reemplazo para los jubilados, bastante alejadas del 70% como promesa inicial hecha por el sistema de capitalización individual, junto con el envejecimiento sostenido de la población chilena y los cuestionamientos a las excesivas ganancias de quienes administran el sistema, sacaron un nuevo tema ciudadano a la calle y lo mantendrán en agenda por un tiempo no menor, considerando que se avecina una época electoral en la cual los candidatos y el propio Gobierno, deben enfrentar el tema.
Es más, todo indica que en esa misma lógica, la salud será uno de los grandes tópicos que podría volcar a los ciudadanos una vez más a las calles, a la luz del incremento de las utilidades de las isapres en casi un 50% respecto del periodo 2015.
Pero dentro de todo lo que ha de ocurrir, hay dos importantes hitos que marcarán nuestra vida nacional este año: el primero es el Censo 2017, cuya realización está prevista para abril y que asoma como una oportunidad histórica para reivindicar el prestigio de nuestro sistema estadístico, tan cuestionado bajo la administración anterior que prometió hacer el mejor censo de la historia.
En efecto, tras la auditoría técnica del propio Instituto Nacional de Estadísticas (INE) al Censo 2012, se concluyó que este no cumplió con los criterios de cobertura, calidad y heterogeneidad - que son los estándares mínimos para que la información levantada pueda ser considerada un censo oficial - por la alta tasa de omisión registrada.
Entonces, para saber cuántos somos, es fundamental recabar información fidedigna a fin de diseñar políticas públicas de calidad, inclusivas y que den cuenta del nuevo Chile.
El segundo, es la elección presidencial que se llevará a cabo en noviembre, poniendo de paso una cuota más de incertidumbre interna a las expectativas de recuperación económica. Según proyecciones del Banco Central, 2017 no sería un año muy distinto en materia de crecimiento y podríamos registrar un rango entre 1,5% y 2,5% por los bajos niveles de confianza y el aún acotado desempeño de la inversión, aunque sí se advierten mejores perspectivas para el precio del cobre.
Pero es simplista atribuir la lentitud económica solo a procesos políticos. Ello nos puede llevar a un diagnóstico errado y autocomplaciente si no tenemos en cuenta que, como país, hemos carecido de una estrategia de desarrollo sólida de largo plazo que se haga cargo de la real estructura económica del mundo y la inserción de Chile en ese contexto, mirando a ese mundo para agregar valor y no mirándonos el ombligo.
Roberto Castro, decano Facultad de Economía, Universidad Central
El muro de Trump
¿La estatua de la Libertad va a quedar dentro o fuera del muro?
Pedro Osses González