A tres semanas de que expire el plazo para evitar unas terceras elecciones en España, la incógnita sigue estando en si los socialistas optan por una abstención que facilite la investidura del conservador Mariano Rajoy, aunque este paso podría ahondar en la fractura del partido.
En los últimos días, el Partido Popular (PP) de Rajoy, Presidente del Gobierno en funciones, ha intentado quitar presión al Partido Socialista (PSOE), que trata rápidamente de recomponer la unidad interna después de la dimisión de su líder, Pedro Sánchez.
Fue el propio Mariano Rajoy el que dejó claro que no impondrá condiciones al PSOE para contar con su abstención en una eventual investidura, y en caso de que consiga ser reelegido, prometió trabajar "día a día" para "ganarse" la gobernabilidad.
"Haré todo cuanto esté en mis manos para ganarme la gobernabilidad; sé que la tendré que trabajar día a día, la trabajaré día a día, con humildad con paciencia y atendiendo única y exclusivamente a los intereses generales de los españoles", garantizó Rajoy.
Esta es la oferta al diálogo y al consenso que ayer repitió la secretaria general de su partido, María Dolores de Cospedal, quien advirtió que los españoles quieren "normalidad" y no un Gobierno que deje la estabilidad en manos de los "radicales y extremistas".
En la clausura de la Escuela de Otoño del PP de Cataluña, Cospedal insistió en que unas terceras elecciones serían un "disparate" que, además, podría echar por tierra la recuperación económica y de empleo experimentados en los últimos meses. "La estabilidad de un Gobierno y la estabilidad de un país no se pueden dejar en manos de los radicales y de los extremistas porque a lo único a lo que induce es a crear inseguridad, parálisis y desconcierto. Lo sabemos muy bien en Cataluña", dijo.
Frente a ello, ofreció un PP que apuesta por la "moderación y el reformismo" con el único objetivo del "bien común".
Todo ello a la espera de los pasos que vaya dando el PSOE, que hoy reúne a su comisión gestora por segunda vez desde la dimisión de Sánchez.
La dirección del partido podría decidir en esta reunión cuándo se convocará al Consejo Territorial y al Comité Federal para debatir un nuevo rumbo por la vía de la abstención a un Gobierno del PP.
El presidente de la gestora, Javier Fernández, que hace una semana se marcó como meta "sofocar el incendio" que consume al PSOE, reconoció que el "no" al PP está en la médula de los militantes "más fervorosos" aunque admite que, ante la falta de alternativa de Gobierno, ahora toca "un aterrizaje forzoso".
En una entrevista concedida al diario El País, Fernández reiteró que la abstención no significa apoyar el Gobierno de Rajoy.
"Eso es un concepto muy primario de la política. La política no es poesía, es prosa. No es sentimiento, es razón", añadió.
El tercer partido del país, la coalición izquierdista Unidos Podemos que dirige Pablo Iglesias, interpreta esta probable abstención como una renuncia del PSOE al "espacio simbólico" que ha ocupado en los últimos 40 años, la alternancia a la derecha.
de octubre 31
expira el plazo para disolver las Cortes y convocar elecciones en España. 10