El Ministerio de Energía entregó buenas noticias en los últimos días respecto a las nuevas tarifas de electricidad a partir de 2021. Estas tendrán una baja cercana al 20%, lo que aliviará el bolsillo de la mayoría de los chilenos, desde Arica hasta la Isla de Chiloé.
Diferente es el caso de las dos restantes regiones del país, a las cuales se estudia una nueva modalidad o tipo de subsidios debido a sus condiciones climáticas y geográficas, ya que quedan excluidas del sistema interconectado.
En sí, el anuncio no sólo es una buena noticia desde el aspecto económico para los usuarios, sino también de la diversificación de la matriz y la producción de energías renovables, como es el caso de la eólica y solar, ambas en abundancia en el desierto y con millonarios proyectos en plena ejecución.
Si hasta hace cinco años el panorama era preocupante en el país debido a la carencia y el encarecimiento de la energía tanto para el consumo industrial como el sector domiciliario, hoy el panorama dista bastante de ese verdadero fantasma que persiguió especialmente a la minería y encareció los costos de producción.
El último punto no puede pasar desapercibido. Uno de los grandes temores fue la carencia de una matriz para soportar los crecientes requerimientos de la industria del cobre, que además contaba con uno de los precios más altos de Sudamérica.
La reciente licitación del suministro eléctrico viene a confirmar las millonarias inversiones en materia energética, que incluso en la región supera al indicador de la minería, dejando en claro que se pensó a largo plazo y con un componente de protección ambiental. Además, la competencia permite que las tarifas vayan a la baja y eso lo agradecen los consumidores.
Es así que la potente irrupción de los parques fotovoltaicos y eólicos no son casualidad en el desierto y demuestran que estamos ante una nueva oportunidad para aprovechar las condiciones inigualables de la radiación solar y el viento.
La frase que el desierto es pura energía cobra más vigencia que nunca y, lo más importante, con una matriz renovable y sustentable en el tiempo.