Productores de la región llevaron el campo al centro de la capital regional
INICIATIVA. Se trata de la ExpoMundoRural, oportunidad en que se conocieron las costumbres, gastronomía y productos de la zona.
Pajarete, artesanías, hortalizas y frutas orgánicas son parte los productos de la región que los copiapinos conocieron en la ExpoMundoRural que se instaló en la Plaza de Armas de Copiapó y que se mantendrá hasta hoy.
Desde que se dio la partida este viernes, el espacio logró plasmar la vida campesina de los pequeños productores agrícolas de Atacama, quienes con esfuerzo han conseguido posicionar sus producciones en el comercio local y nacional.
Una de esas historias es la de Verónica Flores, hija de padre y madre diaguita, quien nació en Chuquicamata. Sin embargo, no pudo acostumbrase a la altura y a la vida de ese campamento minero y retornó junto con su familia a Atacama. Hoy a sus 58 años sigue decidida a producir frutas y hortalizas en su huerto de Camarones, distante a 17 kilómetros de Vallenar.
Su producto en ExpoMundoRural es la caigua o caihua, que es considerada como un fruto ancestral, debido a que era frecuentemente usada por algunas culturas precolombinas. Hoy se sabe que la caigua tiene propiedades adelgazantes y digestivas, así como también combate la hipertensión y el colesterol malo del organismo. En marzo de 2015 se ganó un proyecto denominado "Rescate, desarrollo y manejo agronómico del cultivo de caigua para su utilización como insumo en circuitos cortos" junto a la cooperativa que integra, y está a un paso a dar un salto con su comercialización en otros mercados.
Productor de aceite
Muy cerca de Verónica está Ángel Ponce, quien trabajó 40 años como mecánico y tras jubilar cambió el aceite de motores por el de oliva. Fue mecánico de la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP) durante más de cuatro décadas y tras jubilar, en 2000, compró un terreno de una hectárea y media en la comuna de Freirina. Quería mantenerse ocupado en algo y pensó que la agricultura podía ser ese algo. Hasta entonces no tenía idea de cultivos, cosechas ni riego. Tras plantar los olivos comenzó vendiendo aceitunas, pero a poco andar optó por dedicarse a la olivicultura. Se capacitó y hoy produce 15 mil litros al año. Con su producto Azzait apuesta por el posicionamiento del aceite en Atacama y a nivel nacional.
Parajete familiar
"Armidita" se llama uno de los pajaretes más apetecidos de la región. Según cuenta la historia es el nombre de la hija de un filántropo que fundó la hacienda y perdió a su hija cuando solo tenía con 11 años. De ahí en adelante, las tierras de su propiedad y el canal que riega las áridas sequedades del valle de El Tránsito, en la comuna de Alto del Carmen, se transformaron en lo que hoy es conocido como el lugar donde se produce el mejor pajarete de esta parte del país. Pajarete con tradición familiar.
El abuelo de Sandra Ramírez fue uno de los primeros en producirlo en la zona, pasando luego por su madre. Por eso ha sabido aprovechar el conocimiento familiar. También adquirió el empuje, el tesón y el cariño para trabajar la uva y transformarla con habilidad en un producto que, a juicio de los más importantes críticos europeos de vinos del mundo, James Suckling "es único en el mundo por el justo equilibrio entre la acidez y el dulzor, el alcohol y el aroma que lo transforman en uno de los mejores que he probado".
Y no es el único premio. El pajarete Armidita ha cosechado, a lo largo de su corta existencia, premios destacados como el "Gold Wines of Chile", al que acceden solamente los mejores, además recibió excelentes puntuaciones en concursos nacionales e internacionales como "Descorchados", "Guía Penin", "Palacio de hierro" y otros. "La tradición viene de mi abuelo, él le enseñó a mi madre y ella nos enseñó a nosotros. Es primera vez que se hace la ExpoMundoRural en Atacama, y es súper buena la oportunidad ya que muestra nuestras raíces en la región y que se pueden hacer productos nobles con los productos de nuestra misma tierra", señaló Sandra.
Este pajerete goza reconocimiento nacional e internacional, incluso es más destacado fuera de las fronteras de la región de Atacama. De hecho, Sandra estuvo en Shangai y Beijing, donde sus botellas comenzarán a viajar en un largo recorrido por Hong Kong, país que ya lo está consumiendo. Así, los estándares de calidad, aromas y el equilibrio al que se refieren los más importantes sommeliers del mundo y que le han significado premios insospechados en el valle de El Tránsito, lucirán con orgullo el nombre del desierto de Atacama más allá de las tradicionales frases de tratarse del más árido del mundo, la región donde estuvieron por meses enterrados los 33 mineros, para transformarlo en la tierra del pajarete más sabroso de este lado del universo. Hoy están produciendo 10 mil botellas al año, y están diversificando con un pisco del mismo nombre.
Frutos orgánicos
Bethel es el nombre de la huerta de Natanael Vivanco y ciertamente que la divinidad lo protegió contra el lodo. A su alrededor todo quedó casi enterrado en la zona Cero del aluvión, cerca de la quebrada de Las Pircas, pero no le quitó el sueño de tener frutas y verduras hechas sin químicos y pesticidas. Hoy después de 15 años de intenso trabajo y convertido en agricultor vio su sueño hecho realidad: obtener la primera certificación orgánica del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para sus mangos, guayabas, paltas, y granadas.
Vivanco dice que más que frutas vende calidad de vida y que sus frutas son medicina para quien las consume. Enamorado del entorno, de la tranquilidad y de la belleza del paisaje precordillerano y, sobre todo, de la protección de su santuario de la naturaleza como el denomina a su huerta. Natanael hoy emprende el negocio de la venta de frutos orgánicos bajo la marca Huasco Alto en Santiago. Ganas y empuje no le faltan. Hace 8 años estableció el primer canal de venta de sus frutas en la reconocida feria orgánica Ecoferia de la capital y en un circuito de ferias sustentantes en la zona central de nuestro país.
Pero el sueño de ser agricultor orgánico no impidió que lograra inscribir otros huertos de pequeños productores bajo la certificación asociativa. Con ellos se encarga de abastecer los exigentes paladares de la Dehesa, La Reina, Vitacura y Las Condes, Viña del Mar y Valparaíso mes a mes. En su plan de promoción ha posicionado la palabra Huasco Alto en honor a los antiguos estancieros de la cordillera de Alto del Carmen.
MUÑECAS TERAPéUTICAS
Uno de los productos más esperados en esta feria fueron las muñecas terapéuticas hechas para mujeres. Paula Carvajal las confecciona con cariño, y las conoce desde siempre, ya que es una herencia cultural diaguita por parte de su madre. Están rellenas de hierbas medicinales y cada una tiene su características. "Las abuelitas hacían aromaterapia sin saberlo, ya que para ellas era un amuleto para la salud. La idea es que cuando uno está enfermo, con pena, tensión o angustiado uno recurre a la muñequita y le entrega el olor a las hierbas y uno va relajándose y va retirando de su cuerpo esos sentimientos de rabia y pena que si uno no los saca y no lo sabe, termina enfermándose", señaló.
Agregó que "hemos podido mostrar más allá de la artesanía, también hicimos cocina ancestral, dimos a conocer recetas que cualquiera las puede hacer. La idea es recuperar nuestra identidad, la gastronomía, el pajarete, uno de los vinos más antiguos de Latinoamérica. Estamos contentos".
El panorama de hoy
Para quienes quieran asistir al último día de esta exposición, podrán conocer productos locales, sanos y frescos. También habrá un taller de telares Colla, una charla de apicultura, una rueda de negocios en torno a servicios turísticos, juegos y gincanas para más pequeños y una granja educativa.
3 días produce la empresa familiar que vende un pajarete que ha logrado ser exportado al extranjero llamado "Armidita".