Hilda Valdivia/P.Vásquez
René Aguilar, un hombre de 33 años, falleció por haber tragado imanes. Sin embargo, su familia denuncia no solo una negligencia médica sino también que en el Hospital Provincial del Huasco monseñor Fernando Ariztía de Vallenar les dijeron que había muerto por "burrero".
Luzmira Aguilar es hermana de René, quien fue diagnosticado hace años con esquizofenia paranoide, la que era tratada. Según cuenta, René gozaba de una buena salud, pero a partir del 16 de julio comenzó a asistir diariamente al recinto asistencial, ya que estaba con dolores de espalda y vómitos. En varias oportunidades solicitaron exámenes y que fuera hospitalizado, pero no fueron escuchados. "El 16 de julio mi hermano estaba con vómito, dolor abdominal, de espalda, le pusieron una inyección intramuscular. Me dijo el médico que el problema que tenía mi hermano era mental. El 17 de julio tenía mucho vómito y diarrea, le pedí el doctor que lo evaluara. El 18 de julio nos dijo que queríamos deshacernos de mi hermano. Tenía vómitos, digestión y dolor de colita, le inyectaron un diclofenaco para el dolor de espalda", dijo.
Concurrieron desde el 16 de julio al 20 de este mes al recinto asistencial, incluso los atendió el siquiatra, quien le dijo que mentalmente estaba bien. "El 20 de julio mi hermano no paró de vomitar y el médico le inyectó viadil, le colocaron suero y le hicieron un examen de sangre. El médico me dijo que tenía una leve alteración y que le iban a hacer un examen de orina, él estaba muy sudado, tenía sudada la camilla. Yo le pedí una camiseta para cambiarlo, le sacaron el suero y me llevé el frasco".
Cuenta que le dijeron que esperaran el resultado del examen, eso era aproximadamente dos horas. "Yo esperé el examen y mi hermano René se fue con mi madre a cambiar ropa. Cuando estaba en el hospital me llamaron y me dijeron: tu hermano está agonizando. Yo llamé a mi esposo y fui a la casa y vi que vomitaba. Llamé a la ambulancia para que me indicaran los primeros auxilios. Fue un episodio horrible".
Tras esto, debieron soportar las dudas, ya que llegó Carabineros. "Mi hermano gritó: murió mi hermano. Y no me siguieron hablando en el teléfono, me cortaron y a los 10 minutos llegó Carabineros porque el médico les dijo que nosotros nos habíamos llevado a mi hermano y no estaba de alta", relató.
Sin embargo, según explica Luzmira, su hermano nunca estuvo hospitalizado y tras su deceso debieron soportar que en el hospital les dijeran que eran "burreros". "A mí me humillaron y me dijeron que éramos unos burreros y que era la muerte que se merecía mi hermano, porque se había muerto porque se había reventado un ovoide. Que él era un drogadicto".
Tras estas palabras, fue a conversar con el fiscal, quien la tranquilizó ya que le dijo que lo encontrado al interior del cuerpo eran unos objetos imanizados. "Mi hermano cuando estaba con la depresión se empezó a echar cosas a la boca. En 2010 le hicieron una ecotomografía o radiografía y le encontraron en el estómago un pelotón con un cuesco de durazno y tenían que operarlo, estaba en la lista de espera y nunca lo llamaron. Él aparte de la esquizofrenia nunca se sentía mal de nada".
Luzmira agrega que "a mí el fiscal me dijo que no era droga, que quería saber qué gatilló la intoxicación o si el metal tenía algo adentro. Fue una negligencia, nosotros solicitamos una radiografía, rayos, una ecotomografía".
Hospital
Consultado el recinto asistencial por el caso, Claudio Baeza, director manifestó que "según la autopsia fallece por una falla cardio respiratoria tóxica en estudio. Se le encontraron seis ovoides en el intestino, uno de ellos se desprendió y produjo una falla toxicológica que derivó en una falla cardio pulmonar. Solo tenemos una información que se trata de una superficie imantada de los cuales se desprendió una toxina que está en estudio", señaló.
Respecto a la negligencia médica manifestó que "todos los antecedentes están en la Fiscalía para la investigación. Es un paciente que fallece en su domicilio que fue atendido en el servicio de urgencia y que la causa de muerte no corresponde a lo atendido en el servicio de urgencia. El paciente fallece por una causa toxicológica que deriva en una falla cardiorespiratoria. Estamos colaborando en la investigación en este tema en particular".
Desde la Fiscalía de Vallenar, se informó que hay una denuncia que se inició como hallazgo de cadáver. La hermana aportó más datos, el fiscal de manera paralela emitió la orden de investigar a la Brigada de Homicidios. En la autopsia se encontraron cuerpos extraños que fueron reconocidos por un familiar como unos objetos que mantenían en su casa: unos imanes.
"Me dijeron que éramos unos burreros que era la muerte que se merecía mi hermano, porque se había muerto porque se había reventado un ovoide, que él era un drogadicto".
Claudio Baeza, Director Hospital Vallenar"