Cuando es tiempo de "vacas flacas", cuando la billetera anda "escuálida" y el bolsillo "apretado" no queda más que "ajustarse el cinturón" y reorganizar los gastos. La economía doméstica se reciente en aquellos hogares donde el sueldo no aumenta y la calidad de vida sigue al alza.
Por estos días, las cadenas de supermercados han estado realizando una serie de "ofertas" sobre productos principalmente de consumo. Las mujeres, jefas de hogar, son las primeras en aprovechar los 2X1 en sus compras y así permitir algo de ahorro en alimentos de mayor demanda en una canasta familiar.
Sin bien toda compra con descuento es un buen aliado a la hora de cubrir las necesidades básicas, hay que tomar en cuenta que los casos que observamos estos días corresponden, principalmente, a rebajas asociadas al incremento de la nueva Ley de Etiquetados que comenzará a regir a partir del próximo 26 de junio.
Los supermercados buscan evitar que sus góndolas queden atestadas de cajas, bolsas y paquetes que no cumplan con la nueva normativa. Todos los productos deberán incluir una advertencia - un signo tipo pare en color negro- donde se señale si es alto en: "calorías", "azúcar", "grasas saturadas" o "sodio".
Chile ocupa tristemente el primer lugar en obesidad infantil en Latinoamérica, según la Organización Mundial de la Salud. Con respecto al sobrepeso, desde la Universidad de Chile, advierten que el 70% de la población se encuentra con exceso de peso. Señales preocupantes que se deben enfrentar en bien de todos. Por ello que la medida, respecto a los nuevos etiquetados, busca crear conciencia entre los consumidores para que prefieran alimentos bajos en grasas y calorías.
Un cambio en el rotulado que va de la mano con este antes y después en materia de compras. En un mes más se iniciará una nueva etapa de consumo responsable e informado sobre qué llevarnos a la boca. Con el nuevo etiquetado no habrá excusas para elegir el producto más sano porque toda la información estará a la vista. Ahora sólo resta esperar que los dueños del retail no suban los precios de los alimentos más saludables, obligando a consumir los ricos en grasas, y contribuyan a potenciar una alimentación más sana a favor, principalmente, de los jóvenes y niños de nuestro país.
Claudia Peñailillo Cronoro Periodista, Licenciada en Comunicación Social