Frases
"Son opiniones legítimas, creo yo positivas, de un grupo importante de militantes".
Jorge Pizarro
Senador DC acerca de documento de la DC a la "Nueva Mayoría"
"Son opiniones legítimas, creo yo positivas, de un grupo importante de militantes".
Jorge Pizarro
Senador DC acerca de documento de la DC a la "Nueva Mayoría"
El megaproyecto aurífero de Barrick y Kinross recibió el visto bueno de la Comisión de Evaluación Ambiental. Durante sus operaciones, lamina requería una dotación permanente de unos 2 mil 500 trabajadores. El yacimiento se ubica a 145 kilómetros al sudeste de Copiapó, en la comuna de Tierra Amarilla.
El organismo declaró admisible el requerimiento de remoción presentado por cuatro concejales contra el alcalde Maglio Cicardini. Los ediles que presentaron el escrito se manifestaron conformes y acatarán la decisión que tomará el tribunal. El edil insistió en que la acusación es "otra expresión del revanchismo político".
El trabajador se encontraba junto a familiares en la Playa Blanca, en Pan de Azúcar y decidió adentrarse a las aguas. Al cabo de unos minutos no emergió y por ello se activó un protocolo de salvataje liderado por la Armada.
Los resultados de la PSU trajo una preocupante y profunda inquietud en millares de familias que esperaban que sus hijos pudiesen obtener la gratuidad de sus estudios en las Universidades. Lamentablemente, esas legítimas expectativas se vinieron al suelo porque una vez más los puntajes no fueron los esperados a nivel nacional y regional.
Las duras cifras indican que el 71% de alumnos municipales obtuvo menos de 500 puntos, lo que es muy alarmante, ya que miles de jóvenes no podrán acceder a la gratuidad ni postular a becas que otorga el Estado, porque las universidades exigen 500 puntos como mínimo para ingresar a sus carreras.
En consecuencia, se concluye que quienes se beneficiarán con la gratuidad universitaria serán los alumnos de colegios particulares en desmedro de los alumnos municipales, es decir, los pobres serán los más perjudicados y los ricos los más beneficiados. Es evidente que este diseño no cuadra con lo que esperaba la ciudadanía: que los más modestos fuesen los favorecidos con la gratuidad.
Muchos se preguntan: ¿Qué pasará con ese 70% de alumnos que no superó los 500 puntos en la PSU? Indudablemente, unos resignarán sus estudios para el próximo año, y otros con el apoyo esforzado de sus familias tendrán que pagarse los estudios en institutos, centros de formación técnica o universidades privadas, con el alto costo que ello implica, especialmente, para los provincianos, lo que a todas luces parece injusto.
Finalmente, es necesario que la opinión pública se informe de los resultados de la PSU en Atacama, por comunas, y observar cómo estamos en comparación al resto del país; si se mejoró con respecto al año pasado, dónde están las debilidades, etc. Y a partir de ese análisis, proponer estrategias para optimizar la calidad de la educación, principal problemática del bajo rendimiento en los colegios municipales. Poco sirve construir infraestructuras o implementarlos con equipos, si no se produce un mejoramiento en la calidad de la enseñanza y del aprendizaje. La brecha entre estudiantes del sector privado y público se incrementa, lo que es preocupante. Por lo mismo, el desafío para el año 2016 debe ser, sí o sí, mejorar la calidad de la educación para que no se repitan estos pésimos resultados.
Omar Monroy Escritor, Magíster en Educación
Después de ser conocidos los resultados de la PSU, es indudable que vuelve a quedar un sabor amargo, aunque esta vez fundado en muchas más razones. La mayoría de los 65 puntajes nacionales del país se concentró en los establecimientos particulares pagados, sector que logró 48 puntajes máximos y por segundo año consecutivo los colegios municipales (10 casos) superaron a los particulares subvencionados en este ámbito (7).
Al tiempo, es inquietante que sólo un tercio de los mejores 100 colegios esté en regiones y el resto en Santiago. Ello habla de una brecha poco revisada.
Los expertos harán los análisis detallados de las cifras que arrojó esta medición, sobre todo ahora que en el país se desarrolla un debate intenso sobre la situación de la educación y de la necesidad de mejorar la calidad.
En lo inmediato, los jóvenes que rindieron la PSU deberán postular ahora a la educación superior, enfrentando disyuntivas que muchos de ellos no tienen clara, en momentos en que pese a los anuncios de las autoridades habrá que ver cómo funcionará en la práctica el tema de la gratuidad.
A los problemas que con frecuencia se mencionan sobre la educación, hay que sumar las deficiencias que existen para auscultar la vocación de los jóvenes y cómo éstos eligen la profesión que marcará su futuro. Es evidente también que no basta con ingresar a la educación superior, sino que hay que analizar por qué se produce un abandono o peregrinaje por distintas carreras.
Se recordará que la anterior Prueba de Aptitud Académica (PAA) medía las aptitudes de los postulantes y quienes idearon y aplicaron la PSU en el 2003, argumentaron que un test que examinara conocimientos sería más equitativo y permitiría mejores resultados de los alumnos que salían de establecimientos públicos. Esto no se cumplió, sino que las diferencias han aumentado en estos años, probablemente porque la PSU no es un instrumento de equidad, sino de selección. Esta es una de las razones por las cuales con cierta frecuencia el Consejo de Rectores ha planteado la necesidad de revisarla.