Carlos Alanis C.
En una sencilla habitación iluminada con cuatro pilares, el ataúd color café que contiene los restos de Norton Alcayaga parece suspendido en el tiempo. A su lado: "El Chino", "Don Julio", "Pablito" y "Felipe", quienes acompañan al "Rifle", uno de los apodos que recibió Norton en la tradicional fuente de soda "El Zaro", donde este grupo de bohemios se reunía casi a diario para beber cerveza y "conversar la vida".
Norton Alcayaga partió a los 86 años, pero su grupo de amigos pareciera querer burlar la muerte del hombre con boleros, risas y uno que otro trago de cerveza en esta poco usual despedida de uno de los bastiones de la bohemia copiapina de antaño.
Sobre el féretro su sombrero y una cadena con un anillo parecen esperar que Norton los tome para partir a la Parroquia "El Zarito" como el grupo de amigos nombraba el oasis donde aplacaban su sed.
Amistad
"El Chino", algo cansado luego de haber pasado toda la noche junto al ataúd de su amigo y compañero por más de medio siglo, vuelve a tomar la guitarra para dedicarle algunas de las canciones que hasta un mes y medio atrás cantaban juntos. "Que hacen aquí estas gaviotas tan lejos del mar que hacen aquí", es parte de la canción de Illapu que pareciera sonar aún más fuerte en el reducido espacio. Esta estrofa era la preferida del "viejo" y la cantaba seguido en el bar, recuerdan sus amigos.
Jesús Díaz "El Chino" cuenta que "hace 50 años que conozco al Norton, desde que me vine de Potrerillos desde el tiempo de la Andes Copper Mining Company. Un hombre trabajador, incluso fue carabinero acá en Copiapó y también estuvo en el sur y en el último tiempo trabajó como junior administrativo en la Corte de Apelaciones, andaba impeque, siempre de terno y corbata entregando documentos; era el hombre de confianza de los abogados y los jueces grandes. Era un tremendo amigo. Hemos estado toda la noche con él tocando guitarra y haciendo algunos versos, él tenía 86 años y falleció de un cáncer a la próstata, se sintió mal y cayó al hospital".
Pese a que por fuera se muestran aún enteros, el dolor recorre a cada uno de estos hombres que, de cuando en vez, beben un trago de cerveza en honor a su eterno compañero, cada uno con alguna vivencia especial relacionada con el octogenario "Rifle", como le apodaron por su altura.
Pese a su mirada seria, el "Nortitón" otro de los apodos que recibió el hombre, lograba trascender su amabilidad y simpatía. Son tantas las anécdotas que guardan relación con él, como los apodos que recibió en su vida, pero uno de los más queridos para Alcayaga fue "King Norton". Y es que el "Rey" tuvo fama de galán hasta en sus últimos años. "Felipe", uno de los más jóvenes amigos del personaje, recuerda que "en una oportunidad estábamos junto a un amigo en "El Zaro", sentados en el sector fumadores y frente a nuestra mesa un grupo de seis jóvenes mujeres que no superaban los 25 o 27 años, cuando llegó "Don Norton" y dijo: Oye ¿por qué no se engrupen a las señoritas? a nosotros no dio vergüenza y él dijo:Miren weones(sic) así se hace. Se acercó, saludó y en menos de dos minutos estaba instalado con las chicas y muertos de la risa. Tenía un talento único el hombre".
Pero su fama de don Juan no quedaba ahí, ya que cuando trabajó de junior en el Poder Judicial tenía "un arrastre impresionante" con las mujeres, según recuerdan sus amigos. Durante esa labor, "el viejo" conoció a una jueza que se enamoró perdidamente de él e incluso intentó conquistarlo por mucho tiempo, pero él nunca cedió.
Norton Alcayaga debió lidiar en el último tiempo con una grave enfermedad que provocó su muerte el lunes a mediodía. Tras su deceso dejó tres hijos y una lista interminable de amigos del lugar donde más disfrutaba: En la tradicional fuente de soda "El Zaro".
Ayer, pasadas las 16 horas, los restos del "King Norton" fueron entregados a la tierra en el Cementerio Municipal de Copiapó.
"Siempre de terno y corbata entregando documentos, era el hombre de confianza de los abogados y los jueces grandes. Era un tremendo amigo"
Jesús Díaz "El Chino", Amigo del fallecido