Los problemas del horario único
El debate por el cambio de horario en nuestro país ha sido largo. Primero había quienes eran detractores de la medida, porque perjudicaba a las personas, quienes tardaban días en regular su reloj biológico. Mientras había otros que la justificaban desde el punto de vista de ahorro energético y minimizaban sus problemas.
Precisamente este último aspecto fue el origen de esta antigua decisión de tener un horario de verano y otro de invierno. La necesidad de ahorrar energía obligaba a los cambios para poder utilizar mejor la luz solar.
Por años fue la justificación, pero que con la llegada de la modernidad empezaron a aparecer críticas porque se consideraba que las razones de antaño ya no se aplicaban en un mundo tan tecnologizado y que la electricidad ya no era sólo para iluminarse sino que para otras diversas tareas.
Durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera se hicieron algunas variaciones, que significaron acortar el horario de invierno. Y hoy con la Presidenta Michelle Bachelet se decidió mantener un huso horario fijo para el país.
Por ello hoy es posible ver que el crepúsculo es cada vez más tarde y lo interesante de ello es conocer el impacto en la gente.
Cada vez son más quienes han hablado que para los estudiantes es peligroso transitar cuando aún está oscuro. Otros que las temperaturas bajas que se registran en ese horario hacen que la medida deba repensarse o adoptar otras paliativas.
La verdad es que la situación es muy comentada en la zona norte, pero que se refleja aún más en el sur donde la amanencida se produce pasadas la 9 de la mañana.
Para algunos son trastornos mínimos, como las autoridades del Ministerio de Energía, quienes apuntan a que el plan ha funcionado dentro de las expectativas y que también se está cumpliendo desde el punto de vista de ahorro energético, que no se ha olvidado.
No obstante, gran parte de los ciudadanos hoy ven con mejores ojos los antiguos horarios por seguridad y calidad de vida. No estaría demás replantear la medida.