Desde ayer, a partir de las 18:00 horas, se inició el cobro de peaje Pajonales en el tramo que va desde el límite regional Coquimbo- Atacama hasta la ciudad de Vallenar, parte de la apertura de la primera etapa de la doble vía cuya longitud es de 101 kilómetros, en Atacama.

Las casetas se ubican en el kilómetro 598- 400, poco antes de llegar a la localidad de Cachiyuyo, considerando la dirección Norte-Sur.

Según se informó desde el Ministerio de Obras Públicas los valores serán: Moto y Motoneta $700; autos y camionetas con o sin remolque $2.350; buses de dos ejes $4.200; camión de dos ejes $7.050; buses con más de dos ejes $7.500, camiones de más de dos ejes $9.400 y vehículos sobredimensionados $18.800.

Esta ruta considera la construcción de 12 enlaces, 3 de ellos Atacama y 9 en la región de Coquimbo. En esta última, estarán ubicados en los sectores de Las Compañías, San Pedro, El Jardín, El Romeral, Caleta Hornos, La Higuera, Punta Choros y dos en El Trapiche. A ellos se suma el levantamiento de los nuevos puentes Fiscal y Juan Soldado.

La obra también contará con retornos a nivel ubicados cada 8 a 10 kilómetros, sectores de calles de servicios, áreas especiales para el estacionamiento de camiones, áreas de servicio para los usuarios de la vía, teléfonos de emergencias, vehículos de atención de emergencias, camiones grúa, paraderos de buses ubicados fuera de las calzadas, accesos regularizados a predios adyacentes, cierros laterales, señalización, intersecciones desniveladas en los principales cruces, entre otras obras.

El seremi de Obras Públicas Juan Carlos Guirao, indicó que la apertura de esta vía es de gran relevancia para quienes viajan constantemente entre las regiones de Atacama y Coquimbo, "se trata de una vía de alto estándar, que brindará mayor seguridad a las personas".

Debido a la complejidad de la obra -que considera cuestas y cantidad de puentes existentes en el lugar- el segundo tramo que abarca desde La Serena hasta el límite entre ambas regiones concluirá su ejecución en diciembre.

A más de un mes de la catástrofe ocurrida en la región de Atacama, las dudas de la ciudadanía respecto al futuro escolar de los alumnos se ha vuelto una preocupación constante. Una de las inquietudes de estudiantes y apoderados gira en torno a los cuartos medios que en noviembre rendirán la PSU, y que se han visto perjudicados por la falta de actividad escolar.

En este contexto, autoridades regionales han dado cuenta de algunas medidas y planes de contingencia que ya se estarían barajando para compensar la pérdida de clases y de contenidos académicos referido a los cuartos medio.

"Lo hemos abordado en conjunto con la Federación de Estudiantes de la Universidad de Atacama (Feuda) y otras instituciones de educación superior de la región, para que los jóvenes se sumen a un plan de trabajo y reforzamiento voluntario, estableciendo horarios fuera de su jornada escolar habitual", informó la seremi de Educación de Atacama, Griselda Soto.

Autoridades

Según información entregada por el Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) de Copiapó, alrededor de 300 alumnos de distintos niveles han sido retirados de sus antiguos establecimientos educacionales. "Algunos son parte del programa Atacama ayuda Atacama que consiste en reubicar a los estudiantes en distintos colegios de la región", señaló Ximena Sanhueza, jefa de la entidad. Sin embargo, la autoridad enfatizó que aún es difícil tener un catastro oficial de los retiros generados en colegios particulares subvencionados.

Desde el Colegio San Agustín el escenario no resulta preocupante. "Profundizaremos los contenidos que estén débiles en cuartos medios, pero a nuestros niños no les va a afectar", señaló Marcia Rojas, jefa de Unidad Técnica Pedagógica.

En la Escuela Técnico Profesional (ETP), indicaron que la PSU no reviste mayor interés. "Es una prueba más. Ahora, todo lo que se ha perdido tiene que recuperarse", enfatizó Vivianne Véliz, directora del establecimiento.

En tanto, Luis Fuenzalida, rector del Liceo Católico Atacama, observa la situación de manera distinta. "Tenemos contemplado contratar docentes para que refuercen los contenidos que necesitan los cuartos medios y poder recuperar algo del tiempo perdido".

Retiro de colegios

La situación ha llevado a algunos padres a tomar medidas drásticas, ya sea retirando a sus hijos de los recintos educacionales de forma temporal, o de manera definitiva. "Mis papás decidieron trasladarme porque perdí tres semanas de clases y con ello mucho contenido, contenido que he tenido que estudiar por mi cuenta porque es materia pasada en el colegio al que ingresé", contó Ivanna Cicardini, estudiante de cuarto medio que decidió trasladarse hasta la segunda región para culminar la enseñanza media.

"Mi familia estaba súper desorientada porque la información escolar es muy confusa. En mi ex colegio aún no tienen fecha definitiva de retorno", sostuvo la ex alumna del Liceo Católico Atacama que hoy se encuentra en el Colegio Chuquicamata de Calama.

En la misma situación está Carolina Becerra, ex estudiante del Liceo Héroes de Atacama. "Yo creo que no vamos a poder recuperar bien los contenidos. En Copiapó el transporte está malo, la contaminación es alta, hay gente que es alérgica al polvo, y el agua… eso sumado a los contenidos atrasados, se hace muy difícil tener buenos resultados".

Becerra, que lleva tres semanas viviendo en La Serena, indicó que el proceso ha sido difícil para su familia. "Ahora estoy viviendo en una pensión, sola, pero el liceo en el que estoy nos está preparando bien para la PSU", al mismo tiempo agregó lo mucho que les ha costado adaptarse a esta nueva situación.

Óscar Reyes, apoderado del Liceo Católico Atacama, indicó que están preocupados por el rendimiento de su hija en la PSU, ya que no pueden matricularla en otra ciudad. "Hay mucha especulación por parte de las autoridades, no envían mayor información a los padres y apoderados".