El chofer que sobrevivió en la cabina de su camión
testimonio. Un nuevo relato de valor es dado a conocer luego de la tragedia que azotó a Chañaral.
Son muchas las historias que dejó la catástrofe de marzo pasado y una de ellas es la del camionero de San Joaquín Miguel Angelo Aravena, conductor de transporte de carga de la empresa Pullman Bus que venía desde Antofagasta y que sobrevivió a la tragedia.
Su proeza fue relatada por Valeria Gurgel del medio Presencia Express. En su historia cuenta que cansado, con mucho sueño y hambre pasó a llenar combustible y quería descansar un rato, ducharse, comer algo y tan pronto seguir con su carga hasta Santiago. Llovía con fuerza en Chañaral y de repente ve que la gente escapa corriendo, ve una gran masa de agua que se desplazaba de cordillera a mar en ese sector de la Ruta 5.
Trató de bajar, pero el alud ya había llegado a su camión. Alcanzó a cerrar la puerta, subir los vidrios y poner seguro. Atrapado dentro de la cabina del vehículo no divisaba a nadie para pedir socorro y sintió que la muerte rondaba cerca.
El agua llevaba de todo, incluyendo casas, automóviles, camiones, maderos, tubos de gas. Era muy violenta e intentaban arrastrar el pesado vehículo para el mar.
De todo le pegaba al camión. Rezaba y pensaba que si se rompía un vidrio de la cabina del enorme vehículo que conducía era hombre muerto. La última ola destructora había pasado, pero durante toda la noche el aluvión seguía con las ahora caudalosas aguas del río Salado acechándolo. En el vehículo de su empresa milagrosamente se sostenía no sabe de dónde en la oscuridad.
EL AGUA
El agua empezó a tomar la cabina y fueron momentos dramáticos de absoluta impotencia. Pensaba que iba a ser tragado por el aluvión ya que su camión comenzó a tumbarse.
Cuando por milagro el vehículo se acostó en una muralla del servicentro, desviando el curso de la fuerza de las aguas y así, al amanecer, con mucho frío y hambre, salió de la cabina y subió al techo del camión, agitando sus brazos, hasta ser rescatado por un helicóptero a las 11:00 horas. Lloró de emoción, más que pensar en sí mismo, pensaba en su familia en San Joaquín, cerca de Santiago.
El helicóptero del SAR de la Fach lo subió con el apoyo de rescatistas y lo llevó hasta un improvisado helipuerto al lado de la línea férrea en la Población 26 de Octubre. Ya evaluado físicamente, duchado, alimentado con un desayuno en el Hospital y con ropas secas contó las infernales horas vividas a Presencia Express.