Geógrafo: "Puente actuó como represa e incrementó inundación en Chañaral"
planificación. Pablo Osses, investigador de la PUC, dijo que "el problema está dentro de las ciudades".
"El puente en la carretera actuó como represa y sin duda eso ayudó a incrementar la inundación sobre Chañaral, desbordando el agua sobre los sectores poblados", explicó el geógrafo y académico de la Pontificia Universidad Católica (PUC) Pablo Osses, quien esta semana estuvo en la región de Atacama junto al también geógrafo Juan Luis García, investigando si los últimos aluviones siguieron sus cauces naturales.
Cabe señalar que Chañaral tiene varios aluviones registrados en su historia, el último de ellos se había producido en 1972, pero sin provocar el nivel de daño del último evento. También hubo fuertes lluvias los años 1991 y 1997, aunque no inundaron la zona urbana de Chañaral.
Osses explica que la hipótesis preliminar es que éste es un evento recurrente. "No se trata de algo nunca visto. Está dentro de los parámetros de los cauces que existen. Eso es básico, porque las quebradas y todo su encauzamiento natural se comportaron bien en torno al evento. El río no se salió de sus cauces habituales. El problema lo tenemos dentro de nuestras ciudades y en nuestra infraestructura de obras hidráulicas y viales".
Osses y García efectuaron un registro técnico del fenómeno "en las condiciones razonables más prontas posibles. Con el tiempo empiezan a desaparecer los indicadores más reales. Había que ir lo antes posible", explicaron.
Los investigadores contrastaron el comportamiento de los cauces en su ambiente natural, con los efectos que tuvo en ambientes ocupados por el hombre. "Se necesitaba saber si el río siguió o no su cauce y en este caso anduvo perfecto dentro de él… pero se generaron problemas con la infraestructura tanto en Chañaral como en Copiapó", dijo Osses.
Si corroboran esa hipótesis ¿lo más lógico sería no volver a construir en las calles que se inundaron de Chañaral, por ejemplo?
-Hay que pensar cómo sacarlas o hacerlas mejor. Para mí claramente la incorporación racional del funcionamiento de la naturaleza en la planificación de nuestra infraestructura, está mal hecha. Chañaral ha crecido sobre la desembocadura del río Salado. No se podía esperar otra cosa.
Pan de Azúcar
El biólogo Rodrigo de la Iglesia es otro de los investigadores de la Pontificia Universidad Católica que acudió a Chañaral después del aluvión. En su caso, se dedicó a tomar muestras de agua de mar en Caleta Pan de Azúcar, sector que también sufrió un aluvión, el cual destruyó los botes de pescadores artesanales. "Uso los microorganismos de la columna de agua como indicadores de nivel de perturbación".
Agrega que "este es un parque nacional y es relevante saber qué está pasando ahí. Lo que más tiene asustados a los pescadores es que no saben qué tipo de material cayó. Por eso la idea es seguir haciendo estos muestreos para entregar una información sustentada a la comunidad".
El biólogo explicó que existen datos históricos con los cuales comparar la presencia de metales pesados antes y después del aluvión.
De la Iglesia también señala que en el aluvión el río Salado retomó su cauce normal. "El cauce se había redireccionado a un sector llamado Caleta Palitos. Ese cauce -creado por el hombre- ahora está seco, porque el río volvió a su curso natural".