Con 20 años en el cuerpo y diez meses de intercambio en Chile, Coline Aquilina decidió viajar al norte a embarrarse para ayudar a la gente y llegó con 30 toneladas de ayuda el pasado jueves hasta la región de Atacama.
La joven es estudiante de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en Europa, se encuentra desde junio de 2014 de intercambio en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Fue en la quinta región donde conoció a Cristian Mella, el mayor de los hijos del alcalde de Quillota, quien la invitó a Diego de Almagro. Sin embargo, esto no fue un paseo, sino algo muy distinto: ayudar a una ciudad que estaba, literalmente, en el suelo.
Con una mochila, un poco de ropa y zapatillas de lona, que por cierto, acabarían al dar el primer paso en la tercera región, decidió emprender el viaje. En esta aventura, hubo un par de botas de agua que le permitieron recorrer las calles y conversar con la gente. "En Diego de Almagro sus vecinos quieren conversar, y cuando llegan foráneos, lo agradecen", aseguró la estudiante.
Cabe destacar que esta no es la primera ocasión en que la veinteañera se enfrenta a una tragedia. En Valparaíso también estuvo participando de los distintos operativos de ayuda en los cerros. Eso sí, reconoce que la imagen fue distinta. "Estuve en el incendio del año pasado en Valparaíso, pero meses después, ya cuando todo se había calmado. Acá fue diferente porque estuve en el momento", contó en un español perfecto. "Encontré súper impresionante cómo se organizó la gente, nunca había vivido un desastre natural así en Francia, fue una experiencia que nunca olvidaré", comentó.
Durante los días que estuvo en la comuna, la joven trabajó en la población Lo Héroes, una de las afectadas por el desastre y tras compartir en casas en donde el barro y el lodo abundaban, ayudó con su retiro. "Lo pasé muy bien con la gente, me llevo muchas cosas y ojalá que el gobierno aprenda de toda esta organización que vino de la gente", agregó.
Respecto de los dieguinos asegura nunca haberlos visto decaer. "Escuché mucha esperanza, nunca vi una persona llorando, estresada, hay mucha esperanza y coraje", acotó.
Coline confesó que le gustaría volver y quedarse más tiempo "creo que en el largo plazo la gente necesitará ayuda", comentó.
coordinación
A Diego de Almagro llegó Enrique París, presidente del Colegio Médico, quien destacó el esfuerzo que están haciendo sus pares -colegiados y no- y que se vio reflejado en que 500 profesionales se pusieron a disposición del ministerio de Salud para atender en el lugar y momento que les indiquen. "Estamos muy conformes, por primera vez estamos bien coordinados con el ministerio y con la ministra. Hemos logrado armar una oficina de coordinación en Santiago para que los médicos se vayan inscribiendo y luego ir destinándolos según la necesidad que haya", contó.
albergues
En el albergue municipal de Diego de Almagro la entretención falta. Elisa Aracena es la vocera de la sala de adulto mayor y con pena cuenta que sólo tienen un televisor blanco y negro. "No tenemos dominó ni juegos de mesas, nada. Tampoco nadie viene a vernos, estamos condenamos a estar acordándonos de lo que pasó todo el rato", contó la mujer clamando por entretención para sus poco más de 25 "viejitos", como ella les llama con cariño.