"¿Cuál es el peso que tiene este periodista? ¿Por qué estamos tan preocupados por su salida de TVN? ¿Qué ha hecho por la libertad de expresión, por su pueblo, por su país?". Estas eran las inquietudes y preguntas que se hizo Pamela Jiles en Intrusos de La Red, ante las diversas notas periodísticas que ha causado el término de la relación laboral entre el periodista deportivo Fernando Solabarrieta y el canal público de Chile. Y la respuesta se la dio su compañera de trabajo y colega, Alejandra Valle: "Lo que pasa es que la gente se siente identificada. A cuántos no les ha pasado que llevan años trabajando en una empresa, se comprometen y, de un día para otro, te despiden sin más". Pero habría que agregar un ingrediente más que hace a esta historia enjundiosa: que la persona en cuestión es conocida, que sale en la tele y que tiene una señora que también es del rubro. Y aún más: que el periodista despedido es sensible y llora para su despedida (como lo hiciera cuando Massú ganó la medalla de oro en Atenas); Amaro le da un meloso abrazo al finalizar las noticias; a Cristóbal Guarello se le cae el casete y cuenta que la verdadera razón del despido fue una pelea con Luis Bonini; Ivette Vergara da una entrevista y nos revela la intimidad de una comida familiar en que el padre le cuenta a sus hijos que se quedó sin trabajo. Todo gana punto, todo detalle se hace sabroso, todos se ponen de parte del trabajador despedido y alzan sus banderas para acompañar al pobre reportero que se irá, tal como lo ha dicho, "con dolor" en su flamante BMW. Si bien Solabarrieta confesó que no se va a ningún lado y que no ha buscado trabajo, Alejandra Valle dijo que ya tendría ofertas en Mega y Chilevisión.