Exigencias de más transparencia
El gobierno ingresó a la Cámara un proyecto de ley destinado a dar más transparencia al gasto de las campañas electorales, a los aportes que reciben los candidatos y el financiamiento de la política. Hasta 2003, cualquier donación a un candidato se realizaba a través de los partidos políticos, sin rendiciones públicas ni fiscalización. Lamentablemente, en nuestro país deben producirse los escándalos para que los partidos políticos se allanen a cambios más profundos en materia de transparencia electoral. El caso MOP Gate obligó a promover un "acuerdo para la modernización del Estado, la transparencia y la promoción del crecimiento del país", que reformó la forma de financiamiento y aportes a campañas políticas, que rige hasta hoy, y que ordenó la existencia de aportes reservados.
La normativa permitía que personas jurídicas y naturales hicieran una contribución a un candidato ocultando su identidad y el monto de la donación a los beneficiarios. En la última elección presidencial y parlamentaria, los aportes reservados llegaron a casi $22 mil millones y constituyeron el 48% del total de los dineros declarados para financiamiento electoral. El caso Penta ha vuelto a remecer el ambiente político, a tal punto que los diputados votaron a regañadientes a favor de prohibir las donaciones de las empresas a la campaña de un candidato y de eliminar la figura de "aportes reservados".
El actual proyecto es más concreto y pretende eliminar incluso el aporte de personas jurídicas, estableciendo uno estatal trimestral permanente a los partidos políticos con representación en el Congreso y que se elevaría en periodo de campaña electoral. Los aportes de personas naturales dejarán de ser secretos y se realizarán por intermedio de una plataforma del Servicio Electoral, que contará con más facultades fiscalizadoras.
Cierto es que en la medida que más transparencia exista en el financiamiento de la política, se eliminan los vicios actuales. No obstante, quedan dudas con respecto a cómo los candidatos de partidos sin representación parlamentaria podrán competir en igualdad de condiciones. El debate recién se inicia.