El minero que quedó parapléjico tras accidente: "me dejaron botado"
Wuarner Madariaga desde los 12 años que comenzó a trabajar en minas junto a su padre, pero a los 55 años su vida cambió. Ya no puede efectuar las mismas labores debido a un accidente minero que lo dejó parapléjico.
Fue cerca de las 12 horas del 14 de febrero cuando ocurrió el incidente en la mina El Roble, ubicada a 35 kilómetros de Caldera, hacia el noreste de la comuna.
Ese día estaba junto a otros dos trabajadores. Tras el accidente lo trasladaron a Caldera. "Antes de eso estábamos acuñando. De repente me cayó una piedra chica en la espalda, después fui a buscar un acuñón y fui a acuñar y se me vino un planchón grande de siete metros de largo. Me pegó en la espalda, me botó al suelo. También me pegué en la parte de la orilla de la cabeza".
Fueron sus compañeros de labores los que lo retiraron de la mina y luego de la atención médica en Caldera, lo derivaron en una ambulancia al Hospital Regional. "Estuve un mes y medio en la UCI, estoy quebrado en tres partes y de la cintura para abajo no puedo hacer nada. Estoy en silla de ruedas", contó.
Cuenta que el dueño de la mina El Roble, donde ocurrió el accidente, lo visitó al día siguiente del accidente, pero después no supo nada más de él. Tras el accidente se enteró que no podría caminar nunca más y hoy vive sólo con el dinero que recibe de la licencia médica. "Tengo un hijo de 10 años y tengo que seguir luchando. Me pagan la licencia, pero no sé hasta cuando. La empresa no se ha hecho cargo de mis gastos, el dueño no se ha visto por acá", dijo.
Tras el accidente su familia ha sido su ayuda y apoyo para continuar, sin embargo mira con impotencia cómo el hecho pasó inadvertido para el resto. "Este caballero me dejó botado, los otros trabajadores saben del accidente pero están en otra región, por ello no saben donde vivo ahora".
Wuarner dice que se enteró que ese sector de la mina no se podía operar por Sernageomin. "Escuché que la había clausurado Sernageomin, esa semana en que ocurrió el accidente no fue la gente de Sernageomin, estuvimos una semana trabajando ahí y pasó el accidente".
Madariaga pensaba dejar el trabajo, pero una semana antes de concretar esta decisión ocurrió el hecho. "Estaba a punto de retirarme, casi tenía el año trabajando cuando me pasó el accidente. Me quería ir porque estaba muy peligrosa y el caballero nos hacía trabajar igual no más".
La vida cambió en 180 grados para Wuarner y su familia, ya que ahora su vida está limitada a su pieza, ya que por lo poco accesible de la ubicación de su vivienda sólo pueda salir cuando su hermano va en camioneta. "Vivo en la población La Colina (Copiapó), en una parte de cerro. Estoy en terapia en el hospital, pero el doctor me dijo que yo no caminaba nunca más. Cuando el está libre me lleva al centro, a ver a mi mamá".
Cuenta que hay un furgón del Hospital Regional que lo traslada para la rehabilitación, sin embargo uno de los problemas que vive es que su casa no es amigable para la nueva situación que vive. "Me hace falta agrandar el baño porque es muy estrecho para entrar con la silla de ruedas. Estoy con pañales no más. Yo pido ayuda, ojalá pudiera tenerlo adecuado a mí", explicó.
Este trabajador tras el accidente solicita ayuda a la comunidad o a alguna empresa. Sólo vive con su familia con el dinero de la licencia médica, algo que no le está alcanzando para subsistir. "Hay que comprar cremas pañales, en el día se cambia cinco veces, tenemos que tener sondas, sabanillas, además de remedios".
SERNAGEOMIN
Franklin Céspedes, inspector de seguridad minera de Sernageomin, explicó que "ese sector está paralizado por el servicio. Había una suspensión antes del accidente porque no estaba regularizado el sector donde estaban trabajando. Después del accidente hubo una paralización del director nacional, en ese sector no se está trabajando".
Comentó que hubo inspecciones, pero no estaban trabajando, tras el accidente se enteraron que la mina estaba operando a pesar de la suspensión que existía.