Bajas en las reservas para el feriado de Fiestas Patrias tienen preocupados a los inversionistas turísticos de Caldera. La cámara de turismo de la comuna estima que la ocupación para esos días podía ser cercana al 20%.
'Nos vemos enormemente perjudicados con las tomas porque la gente ya no quiere venir a Caldera', dice el presidente de la Cámara de Turismo de Caldera Juan Espinoza.
El representante de los inversionistas turísticos señaló que años anteriores llegaban a un 80% de su capacidad durante los días de Fiestas Patrias, porcentaje que según indica Espinoza tiene una merma importante al considerar la proyección turística que tendría la comuna por estos días.
'Es preocupante la situación de Caldera y de Bahía Inglesa', dice Espinoza, quien agrega que 'a quien se le pregunte no quiere venir porque ya saben que está lleno de tomas'.
Espinoza ejemplifica que de 36 habitaciones disponibles en un hotel las reservas llegan a solo cuatro hasta ayer. Un 12% de ocupación para los inversionistas en mayor dificultad. 'Algunos tienen un poco más. Pero según los cálculos el rubro debe estar del orden de ocupación del 20%'.
Para Espinoza la importancia radica en poner un ordenamiento en el borde costero. La decisión del Gobierno Regional de comenzar la normalización sacando todo tipo de cercos en terrenos fiscales para luego arrendar genera interrogantes en los empresarios.
'Queremos que se haga en forma radical. Que no existan privilegiados que puedan usufructuar de las playas de todos los chilenos. Todos tienen derecho a tener una casa en la playa pero por las vías legales. No puede ser que cada uno se toma terrenos, hacer lo que quiere carentes de normas de sanidad. Las tomas no aportan absolutamente nada a la comunidad de Caldera', señaló Espinoza.
La Cámara de Turismo de Caldera tiene antecedentes que algunas tomas no son para el veraneo de familias atacameñas. 'Hay personas que están en Loreto, que no son miembros de la cámara, que se han tomado terreno y han construido cabañas. Están lucrando con bienes fiscales'.
El comienzo del proceso del Plan de Normalización que comenzó el gobierno partió con el retiro del cierre perimetral instalado en un terreno fiscal en Los Patos, sector de El Morro. Un cerco que fue instalado en conjunto por la Cámara de Comercio y la Cámara de Turismo de Caldera, según se indicó, para evitar las tomas. Espinoza explicó que a pesar de la decisión de partir por ese cierre esperan que sea el indicio de una buena gestión.
'No estamos sentidos porque sacaron los cercos a la Cámara de Turismo. Nosotros queremos que las cosas se hagan bien. Que las autoridades se hagan cargo del problema que hay en Caldera. Ellos tienen que hacer cumplir lo que está estipulado en la ley. Nada más que eso', indicó Espinoza.
El presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Copiapó y Caldera, Atilio Bianchi, espera que el primer paso no sea un impulso para que lleguen nuevos ocupantes. 'Nos preocupa porque pensamos que pueden proliferar nuevamente las tomas. Ahora si el gobierno ha tomado la decisión de sacar los cercos y también sacar las tomas como corresponde, sería muy aplaudible porque beneficiaría bastante al turismo para proteger esas áreas y desarrollar el área turística como nuestra región realmente merece'.
Bianchi señaló que según los registros de la cámara cerca del 80% de todas las costas de Caldera tienen tomas. 'El único sector disponible es Bahía Inglesa hacia El Morro, por lo tanto la gente que viene a vacacionar o las casas que arrienda casi no tiene sectores para ir a la playa porque están todas tomadas'. Agregó que de seguir esa dinámica la proyección es que los turistas que antes preferirían las costas de Atacama ahora prefieran regiones como Coquimbo que ya tienen un borde costero ordenado.
Para el presidente de la Corporación para el Desarrollo Atacama (Corproa), Daniel Llorente, la necesidad de regularizar la situación de los terrenos debe extenderse con prontitud. 'Más que el borde costero de Caldera pensamos en la región completa. Obviamente que hay lugares donde el fenómeno de las tomas es más riguroso que en otros. Nosotros creemos que las tomas deben, de alguna forma, normalizarse. De seguir utilizando esa estrategia para tener un terreno es de partida una postura ilegal de la que nosotros estamos totalmente en desacuerdo'.
Para Llorente la solución está en manos del Estado. 'Nosotros como corporación solamente podemos pedir que se ajuste todo a derecho, pero es el Estado el que hoy día tendrá que ver cómo soluciona este problema'.