Educar por arte...
Desde la perspectiva del artista, el arte se entiende como un modo de integración -el modo más natural para los niños- y como tal, su material es la totalidad de la experiencia. Es el único modo que puede integrar cabalmente la percepción y el sentimiento. En este concepto se considera la experiencia, 'memorable y utilizable en la medida que toma forma artística', como un hecho necesario y conveniente para los niños en el medio educativo; pero además involucra dos elementos complementarios que hacen parte de lo que se concibe como arte y por supuesto de la estructura mental de una persona: la percepción y el sentimiento. El primero, ligado con los sentidos, con el aprendizaje, con la parte lógica de la persona; el segundo, atado a la sensibilidad, a la emotividad, a la intuición. Es este hecho dual, integrador, complementario, dialéctico, no se ha tenido en cuenta en el sistema educativo a través de la historia, salvo algunas excepciones.
Por otra parte, la educación, debiera preservar la totalidad orgánica del hombre y de sus facultades mentales, en forma tal que a medida que pasa de la niñez a la edad adulta, del salvajismo a la civilización, conserve sin embargo esa unidad de conciencia que constituye la única fuente de armonía social y de felicidad individual. Identificamos en esta afirmación otros elementos cruciales en la concepción de educar por el arte: que la educación debe buscar como fin último no la generación de conocimientos sino de sabiduría, no la producción de mayor cantidad de obras de arte sino mejores personas y mejores sociedades. La educación debe ser ante todo integradora, mutualista, generadora de compensaciones y equilibrios, una forma incesante propiciadora de felicidad.
El arte pone en acción comportamientos y capacidades ocultas desde la impositiva metódica tradicional de la mera instrucción por sobre el aprendizaje empírico y lúdico que significa la exploración de lo sensorial por sobre lo meramente cognitivo. El arte entrega y exige disciplina desde el simple acto del hacer. Exige rigor en el trabajo y en la aplicación de sistemas de análisis críticos de la realidad para poder transgredir los límites de la lógica y de la comprensión. El arte es en síntesis la herramienta más potente de cambio que el ser humano tiene a su alcance para hacer frente a las vicisitudes del medio que lo agobia y lo oprime y que lo obliga a responder de maneras que están reñidas con el bien común y la sana convivencia. Educar por el arte es una apuesta por un futuro optimista con buenas personas que mejoran la calidad de su vida, la de su familia y la de su entorno.
¡Feliz cumpleaños Escuela básica El Palomar!