Durante la mañana de ayer se realizó en la mina San José la ceremonia que conmemoró el cuarto año del día en que se supo que los 33 mineros encerrados en la Mina San José estaban vivos. Ese mismo día el mensaje 'Estamos bien en el refugio los 33' emergió de la tierra y fue la señal más potente de su supervivencia.
El histórico papelito, escrito por el minero José Ojeda que recorrió el mundo el 22 de agosto de 2010, también estuvo presente en la ceremonia que tuvo un carácter místico.
Con una llovizna por momentos bastante copiosa el yatiri de la comunidad Colla, Zoilo Gerónimo, fue el encargado de realizar un ritual de agradecimiento a la Madre Tierra por devolver con vida a los 33 mineros.
La ceremonia contó con la asistencia de distintas autoridades entre ellos el intendente Miguel Vargas quien anunció que se está trabajando para ir en ayuda de los mineros y sus familias.
Fueron trece los mineros que asistieron a la ceremonia, en la cual se recordó precisamente el 22 de agosto de 2010 cerca de las 6 de la mañana cuando emergió el testimonio que cambió el pesimismo y el dolor por ilusión en el campamento Esperanza.
La ceremonia fue encabezada por el intendente Miguel Vargas, quien agradeció la asistencia de la senadora Isabel Allende, la diputa Daniella Cicardini y Jaime Iturra, en representación del diputado Lautaro Carmona.
Familiares de los mineros y visitas especiales, como el guía espiritual de algunos mineros que se acercaron al Islam, quisieron estar presentes en la ceremonia.
José Ojeda, el minero autor del mensaje que cambió la vida en el campamento, comentó que 'estas fechas me ponen un poco melancólico, pero hoy me siento bien a pesar de que pienso que nos tenían un poco olvidados a los mineros, pero lo positivo es que se hicieron importantes anuncios que nos tienen muy contentos'.
Otro de los mineros rescatados, Mario Gómez, comentó que 'para nosotros es gratificante y un honor que todos los años se nos recuerde en esta fecha. Para nosotros el 22 de agosto es una de las fechas más importantes, ese día que rompió la sonda fue en ese momento en que de una forma volvimos a respirar porque el mundo sabía que estábamos vivos'.
La ceremonia concluyó pasado el mediodía y los asistentes degustaron un cóctel en medio de la llovizna que comenzaba a amainar.