Los argumentos de Israel
Pedro Díaz Polanco
La invasión del Ejército de Israel sobre Gaza tiene una mala justificación, ya que instrumentaliza y no responde a los principios y normas del derecho internacional y del derecho internacional humanitario. A saber: Israel aduce, entre otros argumentos, que sus acciones son válidas en función de la aplicación de la legítima defensa, fundamentando que sus ataques son sobre objetivos militares, debidamente identificados y que se desarrollan con el objetivo de eliminar los constantes ataques que reciben de seguidores de Hamás. Argumenta que Hamás, según su carta constitutiva, luchará hasta conseguir la destrucción del Estado hebreo, desconociendo la resolución 181(II) que emitió la Asamblea. El Estado hebreo plantea, además, que la llegada al poder de Hamás el 2006, lo obligó a generar una política de defensa activa y que hoy se materializa en su incursión militar en Gaza.
Ante estas posiciones debo señalar: La legítima defensa está plasmada en el artículo 51 de la Carta de la ONU y, más allá de la evaluación que se haga respecto de la evolución de su aplicabilidad sobre un colectivo no estatal, la legítima defensa de Israel no cumple con otro de los requisitos esenciales que debe tener para ser válida: la proporcionalidad. Esto es así, ya que los ataques de Hamás, y que motivaron la incursión israelí, significaron la muerte de un ciudadano hebreo.
En segundo lugar, es correcto lo establecido por Israel cuando dice que el no reconocimiento que sufre por parte de Hamás. Sin embargo, y sin querer realizar la lógica del empate, es necesario recordarle a Israel que viola al derecho internacional con el incumplimiento de las 63 resoluciones que se han dictado en el marco de la ONU y otras que tienen el carácter vinculante como las resoluciones 242 y 373 del Consejo de Seguridad y que obligan al Estado hebreo a devolver los territorios ocupados y reparar al pueblo palestino.
Quien ha desconocido la existencia de Palestina como entidad política y quien ha violado la resolución 181(II) de la Asamblea General, ha sido el mismo Estado de Israel.
Por último, y a partir de que Israel reconoce que su actual estrategia se funda en la existencia de Hamás como entidad política, se puede deducir el reconocimiento que hace de Hamás como entidad beligerante, lo que en consecuencia significaría otorgarle al conflicto la aplicabilidad de las normas del derecho internacional humanitario, y que eliminan la posibilidad de llevar las hostilidades a zonas civiles.