Padre e hijo proponen nueva 'picada' de gastronomía peruana
emprendimiento. Invitan a un 'huarique' (Como se les llama en Perú a una 'picada') creado con el fin de aportar a la gastronomía local.
Pese a la reciente controversia provocada por la resolución del tribunal de La Haya, que a comienzos de año falló a favor de Perú concediéndole soberanía en el Pacífico sobre 38 mil kilómetros cuadrados, aproximadamente, la efeméride celebrada la semana pasada pareciera haber dejado de tener la fuerte connotación nacionalista de otrora, cuando la gesta de Prat en muchas partes de Chile tenía la misma importancia del 18 de septiembre. Lo que se reflejaba en los usos y costumbres de buena parte de la población.
Muestra de que el chauvinismo hoy es tanto un valor como una práctica a la baja o natural resultado de la creciente convivencia con los inmigrantes peruanos, lo cierto es que hoy prácticamente nadie podría considerar una afrenta su invitación a degustar los diversos platos que componen su mundialmente celebrada gastronomía. Aún cuando se trate de un día feriado producto del histórico enfrentamiento militar que tuvieron ambos países.
Así lo entienden Julio Ruíz y Giancarlo Isla, hombre de cocina y administrador, padre e hijo (adoptivo) desde hace 25 años. Apostaron por un emprendimiento culinario para prosperar en la vida que han elegido desarrollar en Chile con sus familias, específicamente en Copiapó hace cinco años.
Y si bien tienen confianza en el éxito que tendrá su apuesta en el corto plazo-tanto por la calidad de la gastronomía peruana como por la falta de una oferta similar en la capital de Atacama-, ambos reconocen que han preferido hacerlo 'de menos a más' con el fin de no endeudarse, disminuir el riesgo del emprendimiento y trabajar 'con la cabeza fría, más tranquilos'.
'La verdad es que hace poco más de un año comenzamos a preparar platos típicos para amigos, vecinos y compañeros de trabajo en la cocina de nuestra casa. Y la buena acogida que tuvo nuestra comida nos llevó un día, casi sin darnos cuenta, a brindar un servicio de banquetería a una autoridad regional. Y después de disfrutar de la comida, al final de la celebración, cuando nos preguntó por nuestra empresa, nuestra iniciación de actividades... Pensamos que vendría lo peor, ya que hasta ese momento funcionábamos de manera informal, sólo para nuestros más cercanos. Sin embargo, lejos de reprendernos o criticarnos, los presentes nos animaron a constituirnos formalmente para ofrecer nuestros servicios gastronómicos tal como debíamos hacerlo, así que en ese momento decidimos crear Mistura Limeña, en honor a la también naciente feria del rubro llamada simplemente Mistura, creada por el gran cocinero peruano, Gastón Acurio', dijo Julio Ruíz, quien reconoce haber aprendido de su abuela a cocinar.
Esperan innovar de manera sistemática e introducir en su carta, por ejemplo, platos de la comida peruano cantonesa en el mediano plazo.
'Trabajábamos en eso sólo los sábado y domingo, porque todos tenemos otros trabajos, y con mucho esfuerzo, dedicación y fe vencimos prejuicios y nos dimos cuenta de que podíamos recorrer un camino exitoso', explica Gian Carlo Isla refiriéndose sutilmente a la tendencia iniciada por sus compatriotas a fines del siglo pasado, cuando se produjo un rápido crecimiento de los inmigrantes peruanos, especialmente en la zona central del país, a causa de la progresiva prosperidad económica de Chile alcanzada durante los 90´, en contraste a la inestabilidad económica que sufrió Perú desde la década anterior.
Hiperinflación, devaluación de la moneda peruana y altos índices de desempleo se tradujeron en la llegada de inmigrantes peruanos de distintos orígenes socioeconómicos, la mayoría humilde, en busca de nuevas oportunidades para sus familias, por lo que comenzaron a desempeñarse en oficios de bajas remuneraciones, como obreros o asesoras del hogar.
Un proceso gradual pero sostenido que tuvo como 'bálsamo' a la globalmente celebrada cocina peruana, cuyo pionero en Chile fue el chef nacido en ese país y de ascendencia italiana e inglesa, Emilio Peschiera, y a quien siguieron exitosamente durante las décadas siguientes no pocos de sus compatriotas inmigrantes.
Tal vez ello explique que en 1998, cuando la crisis asiática afectó no sólo a nuestro país y produjo una fuerte alza en las cifras de desempleo, superando el 12%, la opinión pública nacional no pasó de discutir sobre la situación de la colonia peruana en Chile y de su rechazo a los inmigrantes ilegales.
Como haya sido, durante el año pasado el desempleo fue inferior al 6 %, sin poder comprobar una relación causa-efecto entre migrantes y cesantía en Chile, que sigue recibiendo a peruanos dispuestos a fraguarse un destino mejor a punta de los platos que componen su reputada buena mesa a nivel mundial.
200 restoranes de comida
'Con mucho esfuerzo, dedicación y fe vencimos prejuicios y nos dimos cuenta de que podíamos recorrer un camino exitoso'.
30,5% de los residentes