Gestión vial, tarea pendiente
La solución de los problemas viales en Copiapó será un desafío que ahora tendrá que reunir los esfuerzos del municipio y de la nueva autoridad de Transportes.
Los últimos cuatro años estuvieron marcados por desencuentros entre el gobierno comunal y la Seremi de Transportes, que no lograron avance alguno al respecto.
Diario Atacama daba a conocer durante la semana, que el centro de la ciudad perdería casi un centenar de espacios que comúnmente son usados para estacionar vehículos motorizados, a pesar que en algunos sectores específicos está prohibido aparcar. Se trata de los estacionamientos en media calzada que se extienden por calle Colipí, entre Chañarcillo y Circunvalación, cuya franja será ocupada a partir de mediados de mayo por una ciclovía.
Se trata de un primer paso significativo para fomentar la diversificación del transporte en Copiapó, donde hasta el momento son los vehículos particulares los que mandan, con sus claros efectos de atochamientos y contaminación. El uso del transporte particular, muchas veces de manera ineficiente, está por encima de lo que aportan los taxis colectivos y la locomoción mayor para poder movilizar a los copiapinos y copiapinas por la ciudad.
Estos antecedentes, sumados al aumento del parque vehicular en la ciudad, vuelven a poner en discusión la necesidad que existe en Copiapó de una adecuada gestión de tránsito, la que hasta el momento. O no se ha puesto en marcha o simplemente no ha rendido frutos.
La administración anterior de Transportes en Atacama, se caracterizó por la clara identificación de los problemas que presenta la ciudad en este sentido, y por los intentos de la Seremi del ramo por implementar un plan que enfrentara los problemas viales, sin que estos esfuerzos lograran encontrar eco en el municipio copiapino para que la comunidad se viera efectivamente beneficiada y finalmente percibiera algún cambio al escenario vial que todos anticipaban.
Como los problemas se mantienen y, lamentablemente, tienden a aumentar, la gestión vial será también un desafío para la actual administración de Transportes.
Por ahora, es una interrogante la complementación que pueda existir entre el municipio y la Seremi de Transportes, pero más importante, si esta relación de una vez por todas significará en una mejora para la calidad de vida para los usuarios del sistema vial.