Los casi tres meses de vacaciones llegan a su fin y el despertador, el uniforme y las tareas se preparan para volver a ser parte de la rutina de los niños. Para que el regreso a clases no genere estrés ni ansiedad en los menores y sea una transición lo más grata posible, el programa "Aprender en Familia" de Fundación CAP, ayuda a los padres con una serie de consejos útiles y fáciles de implementar.
Para hacer de la vuelta a clases un proceso positivo es aconsejable manejarlo de manera paulatina. Por ejemplo, partir por restablecer ciertas rutinas habituales unos días antes de comenzar el colegio, como los horarios para irse a la cama, de comer, ver televisión o utilizar el computador.
Otra sugerencia es que los padres destaquen las cosas buenas del regreso a clases. Hablar del rencuentro con los amigos, la posibilidad de aprender cosas nuevas y enfrentarse con una serie de desafíos entretenidos pueden ser parte de las conversaciones. Asimismo, compartir con el niño sus temores e inquietudes, sin minimizarlos o restarles importancia, y alentarlos a verbalizar sus emociones para que se sientan acompañados y contenidos en este proceso.
También es beneficioso que los pequeños tengan un rol activo dentro del regreso a clases. Para esto pueden participar en la compra de sus uniformes y elegir sus útiles, por ejemplo. Por cierto, lo ideal es que los padres se organicen con tiempo y no dejen esos preparativos para los últimos días.
Claudia Soto, sicóloga del Programa Aprender en Familia de Fundación CAP, aconsejó mantener una buena relación familiar, ya que ésta repercute directamente en el rendimiento de los hijos y les ayuda a enfrentar de mejor manera los desafíos y situaciones nuevas, con una mayor confianza en sí mismos. Además, que los padres vean con naturalidad el proceso y acompañar a sus hijos en la etapa de integración al colegio, respetando los tiempos de adaptación de cada uno de los menores.
Es común que algunos papás le den una excesiva importancia a las notas, pero es importante que ellos entiendan y expresen que el aprendizaje va mucho más allá que la calificación obtenida en una prueba. Desde los primeros años de escolaridad es bueno que se les vaya transmitiendo a los niños el gusto por aprender, motivándolos por la lectura, los números y así lograr hacer del estudio un desafío diario.
Una vez de vuelta a la rutina, se recomienda fomentar las actividades extra programáticas", comentó Claudia Soto.