No podemos darnos el lujo de arriesgarnos a tener un accidente por ir preocupados del celular.
Carabineros en su misión preventiva de salvar vidas, día a día cursa infracciones por esta causa, incluso algunas en forma reiteradas, porque según algunos conductores, el celular es su herramienta de trabajo. Sin embargo, debemos señalar que la experiencia policial nos indica que un número importante de accidentes de tránsito se producen por el descuido de los conductores, por no estar atentos a las señalizaciones existentes en las vías, o bien por estar preocupados de otras cosas y no tener los cinco sentidos puestos en la conducción.
No se puede transitar a una determinada velocidad por las calles y carreteras con todos los obstáculos que se presentan y pretender a la vez, ir trabajando o conversando por el teléfono celular.
Es evidente que la conducción se realiza en forma descuidada, porque los sentidos deben dividirse: la vista al momento de apretar las teclas del teléfono; el oído cuando se está recibiendo la comunicación; el tacto al conducir con una mano, mientras el pensamiento vuela al negocio o hacia la persona con la cual se habla en circunstancias que la distracción, aunque sea de segundos, puede ocasionar un accidente grave y que después sólo nos queda lamentar.
Tenga presente que el tránsito no se detiene porque usted está usando el celular. Su vehículo sigue transitando a la misma velocidad y los imponderables siguen dándose a cada rato: el niño cruza la calle tras una pelota; el ciclista realiza una maniobra inesperada; el colectivo se detiene abruptamente a tomar o dejar pasajeros; algún conductor apurado efectúa una maniobra riesgosa o adelantamiento indebido y usted hablando por teléfono.
De usted depende la decisión final, pero como Carabineros le recomendamos que le haga caso a su sentido común. Si va conduciendo y suena su celular, señalice correctamente, estacione donde no obstruya el libre tránsito y sólo entonces conteste el llamado. Tenga siempre presente que no puede poner en riesgo su seguridad y la de los demás por una llamada telefónica.